Por Eduardo Abusada Franco
@eabusad
“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”, dijo personaje de El Principito. Al paso de los años he comprendido en parte esa frase que leí cuando muy niño. Con frecuencia, las cosas más simples de la vida nos llegan hasta el corazón.
No es necesario gastar grandes cantidades de dinero para ello. Un show de payasos callejeros puede tener más significado que un caro espectáculo en algún teatro de moda. Y así, hablando lo que nos convoca en esta columna, hay un plato en esencia huariquero, que me abruma por su simplicidad: la salchipapas. Probablemente la joya de la corona de la comida rápida peruana.
Papas y salchichas, solo dos ingredientes. Simple y hermoso. Ah, y me estaba olvidando de las salsas, donde puede estar gran parte del truco de este sutil y poderoso plato. Como buen huariquero, las he probado en muchos, pero muchos lados.
Es de destacar la del Epicentro, en Magdalena, con su indescriptible crema de maní; la salchipapa gigante del Munich, hermoso piano-bar en el Jr. De la Unión, donde te la sirven con cuatro tipos de salchichas y la primera vez que la probé se me reveló como una epifanía; o la longeva salchipapas del Tip Top, con su salchicha cortada en barrilitos.
Donde sea que la coma, cada una tiene su encanto y su peculiaridad, por más sencilla que la preparación sea. Esta semana, para el huarique de los viernes de Trome, me fui a una de la que me venían hablando hace tiempo: El Vaquerito, en la Urb. Elio.
En principio, El Vaquerito es una pollería de barrio, pero en algún momento su salchipapas adquirió vida propia.
Esta pollería está acá desde hace unos diez años, pero tal es la demanda por la salchipapas que desde hace unos cinco años tuvieron que abrir al lado (el local está justo al costado de un pasaje peatonal), un ala más del local solo para vender salchipapas al paso. Si gustas, también la puedes pedir dentro del local de la pollería, pero te cuesta 0.50 centavos más.
Llegué como a las 9 pm, y era tal lo que esperaba. Mucha gente hacía cola en pugna de esta popular salchipapas. Un amigo me decía que una verdadera salchipapas debía ser lo más elemental posible, es decir, así: papa blanca natural (o sea, no esas papitas procesadas que dan en las franquicias gringas), salchicha que no seas de esas de colores fosforescentes; y salsas clásicas: mayonesa, mostaza, kétchup y ají. Nada más. Sin ensalada. Así justamente es la salchipapas clásica de este huarique.
Al probarla, comprobé que el consejo de mi amigo era cierto. No hacía falta más. Saboreos balanceados, con una papa consistente y una salchicha lo suficientemente salada para otorgar su toque de sabor. La mayonesa casera es un plus; y si mi entrenado paladar de huariquero no me falla, el ají era de huacatay, como hace tiempo no lo probaba. Muy agradable.
Por lo demás, pese a que hay cola, la atención es rápida, y las porciones son justas y económicas. Puedes pedir la clásica desde 6 y 8 soles. Yo pedí la de 8 y quedé bien satisfecho. Ahora bien, hay otras variedades de salchipapas. Hay una que en verdad es gigantesca, que es la ‘mega vaquerito’ (a S/ 18), con salchicha, hamburguesa, chorizo, pollo, queso y huevo. Imposible acabársela uno solo. Provecho.
DATOS ÚTILES
- Huarique: El Vaquerito
- Plato recomendado: Salchipapas clásica
- Precio: S/ 6 (personal) y S/ 8.
- Dirección: Av. Reynaldo Saavedra Piñón 2631, Urb. Elio, Cercado de Lima (a espaldas de la fábrica de D’Onofrio).
- Horario: De lunes a viernes de 5.30 pm a 12 am; sábado de 12.30 pm a 11.45 pm; y domingo de 12.30 pm a 11.30 pm.
- Teléfonos: (01) 33 68630
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