Por: Eduardo Abusada Franco
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@eabusad
Pollo a la brasa. Lo lees y ya se te antoja uno. Normalmente cuando a uno le preguntan por la comida peruana, lo primero que se le ocurre es el cebiche. Sin embargo, en opinión de este rellenito huariquero, el real plato bandera del Perú es el ‘pollo a la brasa’. A todos nos gusta y se consume masivamente en todos los estratos socioeconómicos, lugares y, a diferencia del cebiche, a cualquier hora, incluso recalentado. Los hay de todos precios y gustos.
Así que esta es la primera vez que escribo sobre pollos a la brasa en este espacio huariquero de cada viernes. Y esta ocasión tiene una nostalgia especial para mí, pues es la pollería El Pollón, una de las primeras —junto a ‘La Caravana’, que quedaba en la Av. Sucre— a las que me traía mi papá cuando llegamos a Lima en los años 80s.
En ese tiempo, El Pollón se encontraba en el grifo que está en el cruce de la Av. del Ejército con la Av. Salverry, donde ahora está el Villa Chicken. Desde entonces, han pasado unos 30 años, y este local ya lleva alrededor de medio siglo de existencia.
He probado pollos en cientos de lugares, pero este siempre está entre mis cinco favoritos. Con mucha frecuencia caigo por acá con mi familia y amigos, y suelo encontrarme con algunos “famosos”. Los últimos tiempos he visto en varias ocasiones a Christian Cueva, el futbolista. Incluso se cayó por acá con Cedrón tras un partido que perdieron con el Aurich. No hay mejor forma de matar las penas que con un buen pollo a la brasa.
El local es una terraza hacia la calle con un amplio estacionamiento. A veces me encuentro al dueño, heredero de la familia nipona Gibú Miyashiro. Fue su padre quien fundó la pollería, y le imprimieron los secretos de la sabiduría y la sazón japonesa. En realidad, nunca me atrevo a hablarle. Debe ser buena persona, pero tiene cara de malo. Me hace acordar a Bolo Yeung, el chino malo agarradote de las películas de Kung Fu.
En fin, no hace falta conversar, el sabor lo dice todo. El gusto de este pollo es bien intenso; es decir, que es una receta bien condimentada, como a mí me gusta. Además, tiene el plus de que las papas son naturales, y no papas procesadas, de esas flaquitas que ahora usan muchos.
Otra tradición que mantiene es que te puedes servir a tu gusto mayonesa de la casa, y no de sobrecitos sachet, que me parten la paciencia. Por lo demás, el chimichurri es también de fuerte sabor y el ají tiene un agradable gusto entre ácido y picante, y si mi paladar aún reconoce bien, tiene el sabor del huacatay, muy usado desde antaño en pollerías.
Mención honrosa merecen las costillas que acá sirven. Un tremendo costillar que parece las de brontosaurio que come Pedro Picapiedra. Y, si estás con hambre descomunal, debes probar la ‘suprema de pollo’. Jugosa, crocante y suave por dentro; con full papas. Provecho.
Pd. Si vas con algún amigo español se puede asustar por el nombre. Que no entienda “pollón” en el sentido ibérico, es decir, como una polla grande. Explícale que no es pene de proporciones amplias, sino un pollo a la brasa de gigante sabor.
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DATOS ÚTILES
- Huarique: ‘El Pollón’.
- Plato recomendado: Tu cuarto de pollo con papas y ensalada.
- Precio: S/ 20 soles.
- Dirección: Av. Del Ejército 1933, San Isidro.
- Horarios: Domingo a jueves de 12 pm. a 1 am.; y viernes y sábado de 12 pm. a 3 am.