Cegado por los celos, el exsereno Shilton Revelino Ventura Céspedes (25) dopó a su conviviente Dionicia Robles Santillán (24), a quien tras asesinarla de una certera puñalada cerca del corazón, la descuartizó mientras dormían sus dos hijos, en Huánuco.
Ocurrió a las 8:30 de la noche del lunes en el segundo piso de su domicilio, ubicado en el interior de la mecánica ‘Shinche’, en el kilómetro 5 de la carretera Huánuco – Tingo María, en el centro poblado de Llicua Baja, distrito de Amarilis.
BAÑADO EN SANGRE
Uno de los hermanos de Shilton Revelino Ventura Céspedes fue a su casa a visitarlo, pero cuando este abrió la puerta lo encontró con manchas de sangre en el polo y mano, y al ingresar a su cuarto halló un charco de sangre que había sido limpiado. El joven comunicó del hecho a sus familiares, a quienes le dijo que Shilton había peleado con su esposa.
Al llegar a la vivienda, se dieron con la macabra escena y de inmediato llamaron a los agentes de la comisaría de Huánuco, quienes llegaron a lugar y detuvieron al asesino Shilton Revelino Ventura Céspedes.
PLANIFICADO
Shilton Revelino Ventura Céspedes había dopado a su conviviente mezclando un potente somnífero con una sopa que él había preparado para darle a Dionicia Robles Santillán. A sus hijos les dio de tomar el mismo somnífero, haciéndoles creer que era jarabe, pero mezclado con té. Luego, los niños se quedaron dormidos sobre el cuerpo de su mamá, debajo de la cama.
Para la policía, Shilton Revelino Ventura Céspedes tenía todo planificado, pues luego de dopar a su pareja la apuñaló cerca del corazón, lo que le causó una hemorragia y provocó la muerte.
Para deshacerse del cuerpo, Shilton Revelino Ventura Céspedes afiló un cuchillo acerado de cocina y le cercenó la cabeza, brazos y piernas a Dionicia Robles Santillán. Las extremidades las echó en una tina celeste, mientras que el cuerpo lo metió en un costal y le prendió fuego debajo de su cama, donde fue hallado por policías del Depincri.
La tina con los brazos y las piernas fue hallada a unos 100 metros de la casa, cerca del río Huallaga, hasta donde la llevó para arrojarla. “*Dionicia Robles Santillán* misma se clavó el cuchillo, al verla muerta la descuarticé, su cabeza la arrojé al río”, contó sin remordimientos Shilton Revelino Ventura Céspedes.
CARNICERO
Un policía contó que los cortes realizados por Shilton Revelino Ventura Céspedes a su conviviente fueron hechos con precisión. “Lo descuartizó como cuando un carnicero secciona las partes de una res, después lavó la sangre del cuerpo y de las extremidades”, dijo un perito.
SIEMPRE LE PEGABA A MI HIJA
La policía recorrió varios tramos del río Huallaga para encontrar la cabeza de Dionicia Robles Santillán, pero no pudo hallarlo. “Estamos buscando la cabeza de la mujer, policías de rescate buscaron dentro de un pozo de agua, ubicado a espaldas de la mecánica, pero no encontraron nada”, dijo el jefe del Depincri, comandante PNP Erik Moreno Luna.
GOLPEADA
El padre de Dionicia Robles Santillán, Fortunato Robles Gonzales, llegó desde el centro poblado de Ayapiteg y contó que el asesino de su hija en varias ocasiones la había golpeado por celos. “Otros familiares me contaron que siempre le pegaba”, detalló.
FISCALÍA DE FAMILIA
La mujer deja en la orfandad a dos niños, Elfer Antonio, de 5 años, y Yosimar, de 2, quienes fueron hallados durmiendo sobre el cadáver de su madre. Ayer, los pequeños fueron llevados a la Fiscalía de Familia hasta determinar su tenencia legal. “Mi sobrino Elfer preguntó por su mamá, tuvimos que decirle que está en el hospital porque tenía dolor de barriga, y él nos contó que su papá le dio jarabe y luego se durmió. Ahora le duele la cabeza”, dijo un familiar.