La exposición a las aguas estancadas y contaminadas, el polvo, hongos, bacterias y mosquitos debido a los huaicos e inundaciones, aumenta el riesgo de padecer enfermedades de piel, gastrointestinales, respiratorias y otras como el dengue.
“Miles de peruanos están viviendo bajo el agua, incluso en zonas donde existe el dengue. Se debe atender no solo las enfermedades, sino la vigilancia de riesgos”, dijo Manuel Espinoza, médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud. Entre los peligros están el agua empozada, el agua potable que se contamina con aguas servidas, el colapso de desagües y el hacinamiento.
“En situación de desastre no solo hay afectados por caídas, heridas y golpes. Aparecen infecciones diarréicas y respiratorias agudas, tifoidea, problemas en piel, conjuntivitis y neumonías. Incluso, el agua puede ser criadero del zancudo Aedes aegypti, transmisor del dengue, el virus del zika y la fiebre chikungunya”, dijo.
PELIGROSO MAL
Espinoza y los médicos Isabel Milla Diez Canseco (gastroenteróloga de EsSalud) y Pamela Castro (médico general de Salud en Casa) advierten que con las aguas contaminadas se puede contraer leptospirosis (por orina de ratas y pericotes infectados con la bacteria), que entra al organismo a través de la piel, mucosas o vía oral.