La reina, Máxima de Holanda tuvo un inconveniente durante su estadía en Alemania. Pues su indumentaria, no fue vista con mucho agrado por parte del pueblo alemán, que lo tomó como una ofensa a su historia.
La reina holandesa estuvo en las ciudades germanas de Erlangen y Núremberg, donde vistió un abrigo que tenía unos particulares detalles, que ofendieron a miles de alemanes. Es que dichas piedras que adornaban el abrigo tenían una similitud con las esvásticas.
El abrigo, obra del diseñador holandés Claes Iversen, era de color gris claro e incluía diversos ornamentos metálicos que fueron tildados en las redes sociales como similares a esvásticas. Además, el color era similar al de las casacas nazis.
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Pero después del ‘roche’ Máxima de Holanda tuvo que sacarse el abrigo y ponerse otro color azul. La visita concluyó en la ‘sala 600’ del Palacio de Justicia, famosa por los procesos de Núremberg contra los jerarcas nazis en 1946.
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