En las comunidades nativas de nuestra Amazonía el cargo más importante y honorable es la del apu. Y el rol que desempeña es tan importante como el de un alcalde, un juez o un profesor. Por eso, quien sea designado, tiene que ser una persona con antecedentes intachables, conciliadora, justa y con capacidad de gestión.
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Los comuneros eligen en votación al apu, a quien consideran el hermano más sensato y sabio del pueblo.
El apu será quien represente a su localidad en las gestiones administrativas, será quien interceda en los conflictos vecinales y promoverá e impulsará proyectos a favor de su comunidad. Todo ello, sin recibir un sueldo, pues se trata de una tradición ancestral.
A lo largo de los años, todos quienes han ocupado este cargo fueron varones. Sin embargo, la última semana, en la comunidad nativa de Wawas (a dos horas de Bagua, en Amazonas), se eligió a Tali Sabio Piuk, de 37 años, como la primera apu mujer en la historia.
Este es un hecho memorable, sin duda. Tali Sabio Puik, madre de tres niñas, ejercerá el cargo durante dos años. Su principal objetivo, dice, será construir una comunidad equitativa, en donde a los hombres y mujeres se les reconozcan los mismos derechos y tengan las mismas oportunidades. Conoce su historia aquí:
Apu, ¿cómo fue su elección?
En nuestra comunidad tenemos un reglamento interno. Las comunidades manejan, a través de esos reglamentos, a su pueblo. Cada dos años, se elige un nuevo apu. El pueblo ha estado evaluando quién asumiría este cargo. Tras una reunión, me escogieron por unanimidad el 13 de enero.
¿Por qué la eligieron?
Yo soy natural de acá, conozco la realidad. Siempre colaboré con los pueblos. Muchas veces, en las reuniones, he colaborado con mis ideas. Y por eso, el pueblo me fue conociendo.
Las funciones de un apu es trabajar con y para el pueblo. Además, planificar, hacer un plan de trabajo de su comunidad. Otro, es actualizar el censo comunal. Otro, es trabajar con el reglamento y estatuto de la comunidad. Esas son las funciones del apu. Además, debe resolver problemas o conflictos sociales. El apu conduce al pueblo.
¿También imparte justicia?
Sí. Nosotros tenemos, como pueblo originario awajún, nuestro reglamento interno. Los tipos de problemas que existen en nuestra comunidad, el reglamento da una solución. El apu debe conocer bien el reglamento para resolver los problemas sociales.
¿Qué significa ser la primera mujer apu?
Agradezco a mi pueblo por elegirme. Así como el pueblo me eligió, tengo que asumir esa responsabilidad. Hace falta mucha comunicación para trabajar en una comunidad. He visto sus debilidades, sus precariedades.
¿Cree que será más complicado porque usted es mujer?
Muchas veces a las mujeres nos discriminan, nos dicen que la mujer no tiene capacidad, habilidad o no puede manejar los grandes cargos. Pero las mujeres tenemos derechos, debemos acceder a las mismas oportunidades. Tenemos inteligencia. Podemos hacer muchas cosas. Espero que más mujeres tengan coraje y sigamos entre nosotras asumiendo cargos grandes.
Prácticamente los varones no toman importancia a las mujeres. Ellos piensan que las mujeres solo sirven para la casa, para cuidar a los hijos y suficiente. Cuando una mujer quiere agarrar un cargo, no apoyan. Yo siempre digo que en mi periodo quiero trabajar diferente con las mujeres de mi pueblo, que sean respetadas y valoradas. Quiero luchar contra la violencia familiar que existe en nuestra comunidad.
¿Cómo va a empoderar a las mujeres de su comunidad?
Mi plan es convocar a todos los comuneros y explicarles por qué es importante la mujer. Dar a conocer nuestros derechos y deberes. Concientizar de nuestro rol en la sociedad.
¿Se ve como un ejemplo para las nuevas generaciones de su comunidad?
Sí. Siempre me ha gustado que todas las personas tengan libertad de vivir, de elegir.
La realidad del awajún es que las mujeres son las que más se dedican a la chacra, en los cultivos, cuidado de los niños, de todo. El hombre solamente abre la chacra. La mujer es la que se encarga de todo. Por eso, muchas veces no se dedica a enseñar a sus hijos, a la escuela.
Tali Sabio Piuk ha iniciado su cargo con gran entusiasmo y con metas específicas. En primer lugar, desea impulsar la remodelación del puente que une su comunidad con otros cuatro anexos. “Cuando el río crece, el puente no sirve. Entonces, lo que solicito es la reestructuración del puente, porque así mis hermanos de los anexos podrán tener una mejor calidad de vida. Ojalá esto lean las autoridades competentes”.
Wawas es una comunidad nativa awajún de 200 casas y 600 habitantes. Se dedican a la agricultura, y destacan por su sembrío de plátano, maíz, yuca, cacao y a bambú.
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