Por: Miguel Ramírez/Periodista de investigación*
Rafael López Aliaga, quien se presentaba como un lobo feroz insultando y difamando a sus rivales y a cuanto periodista serio lo entrevistaba, resultó siendo un hombre débil, inseguro. Una farsa de candidato.
Buena parte de la ultra derecha, que se encontraba encandilada por su violento y engañoso discurso, quedó decepcionada. El miércoles, durante el debate electoral, el popular ‘Porky’ parecía un minino dopado a punto de desfallecer.
Balbuceaba, leía sin convicción y mal unos papeles que le habían preparado. Nadie entendía lo que hablaba y evitaba mirar a sus contrincantes a quienes había injuriado a su regalada gana.
Me hizo recordar a aquellos ‘matoncitos’ del colegio que insultaban y amenazaban con pegarte, pero cuando los desafiabas y les plantabas cara, arrugaban y buscaban mil pretextos para encubrir su cobardía.
López Aliaga sabía de sus debilidades, por eso hasta el último minuto quiso evitar el foro. Ese mismo día, en su viaje a Puno, planeó con sus asesores simular que la altura lo había afectado y no se encontraba en condiciones físicas para debatir. Hasta quiso fingir un accidente automovilístico.
Hace unas semanas, cuando empezó a crecer en las encuestas, uno de sus amigos me dijo: “‘Porky’ se va a caer solito. No sabe hablar. No te hilvana un par de frases juntas. Tiene pánico de hablar ante la gente”.
Más allá de sus propuestas de gobierno, mentiras e injurias, lo que ha quedado grabado en la retina de los peruanos es la personalidad de López Aliaga.
La que mejor lo analizó durante el debate presidencial fue la reconocida especialista en comunicación no verbal, Rosa María Cifuentes. La profesional dijo al Trome que el candidato era “inseguro” e “inestable”.
“Leía todo el tiempo el papel, agachaba la cabeza. Estoy segura de que fue porque se moría de vergüenza de mirar a la señora Mónica Delta (a quien había difamado). Siempre se ha mostrado en un lenguaje corporal con gestos de agresividad en los que ha insultado a diversos personajes, con alta inseguridad en la figura femenina”, dijo Cifuentes.
Un gesto revelador, afirmó, fue cuando ‘Porky’ se tapó sus zonas íntimas con las manos y un fólder cuando se enfrentó en dupla con Daniel Salaverry.
“Hay una contradicción completa en su personalidad. Es inestable e inseguro”, reafirmó.
Lo ocurrido con el candidato López Aliaga es una clara muestra del papel fundamental que juega la prensa seria en la vida de un país. Los periodistas de investigación le descubrieron todos sus anticuchos.
Mención especial merece María Elena Hidalgo, la acuciosa e impecable periodista del diario ‘La República’. Hidalgo fue la primera en revelar, en una investigación prolija y debidamente documentada, las millonarias deudas que tenía López Aliaga con la SUNAT. Luego vinieron otros destapes que terminaron por descubrir al falso ‘Dios’.
Como decía el gran escritor Tom Clancy, “los malos triunfan cuando los buenos no hacen nada”.
Nos vemos el otro martes.
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