POR: MIGUEL RAMÍREZ / PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN
“En su momento vamos a hacer llegar algunos informes que acaban de llegar a nuestras manos, cuánto ganan los que conducen los programas de televisión y quién les paga. Es necesario que el pueblo se informe de tantas cosas, de dónde viene tanto de eso y por qué hay tanto terruqueo”. Eso dijo el candidato Pedro Castillo durante la campaña electoral. Desde ese entonces, nada ha cambiado. Por el contrario, ya como presidente, su incomodidad hacia la prensa independiente se ha radicalizado.
Su malestar se debe a que no le gusta que lo fiscalicen. Los medios han destapado los oscuros antecedentes de ministros y funcionarios nombrados por él mismo, empezando por el premier Guido Bellido. A lo que se ha sumado los ampays de reuniones nocturnas en Palacio con profesores vinculados con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso y Abimael Guzmán. Y también visitas de dirigentes de ese organismo de fachada al ministro de Trabajo, Iber Maraví.
La reciente agresión a la periodista Tifanny Tipiani es una muestra más de que Castillo detesta a los medios. La reportera fue maltratada en sus narices, y no dijo nada.
Muchos ingenuos creen que el presidente aprenderá a lidiar con la prensa, pero se equivocan. Al día siguiente de la agresión a Tipiani, volvió al ataque. “Nos hemos limitado a hacer algunas declaraciones sencillamente porque nosotros, durante la campaña y la lucha de los maestros, decimos una cosa en la calle, decimos una cosa acá y después se lo edita. Bueno, pues, si es así, entonces habrá que ver un espacio cómo comunicarnos”, dijo, al más puro estilo chavista.
Castillo es astuto, tiene dos caras. Hace poco invitó a Palacio a los directivos de los medios radiales y televisivos. Casi no dijo nada, pero al final pidió tomarse una foto con ellos. Inmediatamente la subió a su Twitter, con la clara intención de aparentar ser respetuoso de la libertad de expresión.
Después quiso hacer lo mismo con los directores de la prensa escrita, pero varios de ellos rechazaron su invitación, pues advirtieron la ‘viveza’ del mandatario. El coordinador de esa cita fue un periodista farandulero que ahora dirige un medio oficialista.
El hostigamiento a la prensa no cesa. El jueves, la periodista Karerina Bayona, autora de la entrevista en donde el hoy premier Guido Bellido declaró su admiración por Sendero, fue despedida de su trabajo.
“El dueño del canal se reunió conmigo y personalmente me dijo que ya no podía trabajar, porque temía que Guido Bellido tomara represalias”, dijo a Perú21.
Durante la campaña, este sencillo columnista –al igual que otros colegas- afirmó que Castillo y su mentor Vladimir Cerrón pretenden someter y desprestigiar a los medios. Su plan ya está en marcha. Ahora nos acusa del alza del dólar y del precio de los alimentos. ¡Cuidado, ‘profe’, a la prensa se la respeta! Nos vemos el otro martes.
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