Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Gustavo Petro, presidentes de México y Colombia, respectivamente, son los reyes de la farsa. Con un cinismo a prueba de balas, defienden al golpista Pedro Castillo, hoy preso por ese delito, con argumentos y relatos falaces.
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AMLO sostiene que el chotano fue detenido irregularmente y su destitución es una venganza de las ‘élites’ peruanas que no querían que gobernara para el ‘pueblo’; y Petro afirma que a Castillo lo tumbaron, entre otras razones, “porque es de la sierra, porque es pobre”.
Nada más falso que eso. Castillo fue vacado por golpista y tiene más de una docena de investigaciones por corrupción.
La posición de AMLO y Petro no es de sorprender, pues, además de profesar la misma ideología izquierdista de Castillo, los tres, de una y otra manera, están vinculados con la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo.
La familia de López Obrador, por ejemplo, está envuelta en casos de sobornos y chantajes. Su prima Felipa Obrador recibió cerca de 19 millones de dólares en contratos con la petrolera Pemex. Su hermano Pío López Obrador fue filmado recibiendo miles de dólares durante la campaña electoral del año 2015.
La empresa de uno de sus íntimos colaboradores, llamado Manuel Bartlett, fue descubierta, en plena pandemia del COVID, vendiendo ventiladores para los contagiados a precios superiores al mercado. Un reciente informe del Consejo de las Américas determinó que la lucha contra la corrupción del gobierno mexicano ha empeorado y cayó dos puestos más en el combate de ese flagelo.
EL NARCOTRÁFICO
Al igual que en el Perú, el narcotráfico campea con mayor profusión en las altas esferas del gobierno de AMLO. Los cárteles de la droga se enfrentan a balazos casi a diario y más de 130 periodistas han sido asesinados. Las muertes de los hombres de prensa han quedado en la más absoluta impunidad.
Gustavo Petro, por su parte, también tiene un pasado oscuro en su juventud relacionado con el quebrantamiento del orden democrático. Petro fue importante dirigente del Movimiento 19 de Abril (M19), un grupo guerrillero que sembró violencia y cometía secuestros en los años ochenta en Colombia.
Muchos han olvidado que, en noviembre de 1985, el M19 cometió un atentado sangriento que conmocionó al mundo. Un grupo de sus terroristas asaltó el Palacio de Justicia colombiano. Tomó como rehenes a 350 personas, entre magistrados, empleados, litigantes, abogados y visitantes. En la recuperación, murieron ¡más de cien personas!
Aunque los dirigentes del M19 lo han negado reiteradamente, detrás de esa sangrienta toma estuvo el entonces poderoso narcotraficante Pablo Escobar, el jefe del Cártel de Medellín, quien pretendía amenazar a la justicia para evitar la aprobación de una ley que permitiría su extradición a Estados Unidos. De aquello hay hasta películas en Netflix.
Estos son los antecedentes de AMLO y Petro, los principales defensores del golpista Pedro Castillo, ¿qué les parece? Nos vemos el otro martes.
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