Por: Miguel Ramírez (Periodista de investigación)
Los presuntos sobornos recibidos por el presidente Martín Vizcarra cuando era gobernador de Moquegua, revelados por aspirantes a colaboradores eficaces, lo han puesto otra vez al borde la vacancia. El 78% de la población está en contra de esa medida, según la encuesta del sábado de El Comercio-Ipsos.
Las acusaciones son graves, pero lo que ha llamado la atención de varios juristas es la filtración de esas declaraciones por parte de ‘Los Ángeles de Lava Jato’, como así les dicen a los integrantes del Equipo Especial de ese caso, que jefatura el fiscal superior Rafael Vela.
Los dichos se encuentran en una etapa incipiente, no han sido corroborados, también podrían ser medias verdades o datos falsos. Pero el show ya está en todas partes.
Se trata de un modus operandi que dichos fiscales practican permanentemente. Son pocos los que se atreven a decirlo. Ni siquiera la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, puede poner orden. Su poder ha sido rebasado por el fiscal Rafael Vela, quien la desmiente públicamente y no acata sus decisiones.
En un brillante artículo publicado la semana pasada, el reconocido catedrático Luis Pásara dice que los fiscales no cumplen con su obligación principal, acusar y lograr condenas, sino que montan espectáculos mediáticos, “filtrando declaraciones de fulano o mengano que señalan a ‘presuntos’ responsables”.
Los testimonios contra Vizcarra son lapidarios y deben investigarse, pero hay varias situaciones que llaman la atención. Para empezar, resulta curioso que, después de varios años, los aspirantes a colaboradores ‘recuperaron la memoria’ y recordaron las coimas que le pagaron a Martín Vizcarra.
Uno de ellos es Elard Tejeda, el dueño de Obrainsa, quien se encontraba prófugo desde el 2018, pero después de su delación ya circula orondo por las calles. Precisamente, el testigo dice que el 2014 Tejeda le entregó S/1 millón a Vizcarra por la obra de Las Lomas de Ilo.
Afirma que primero le dio S/400 mil y luego S/600 mil. Ambos pagos fueron en efectivo y Vizcarra se los llevó en un sobre de manila.
¿Es posible sacar tamaña cantidad de dinero en un sobre de manila sin que nadie se diera cuenta? Aquello resulta ilógico. Incluso, si los billetes fueran de 200 soles cada uno, se habría necesitado un sobre gigante.
Las dos secretarias de la empresa afirman que vieron llegar a Vizcarra. Pero en el interrogatorio filtrado no aparece una pregunta elemental: ¿lo vieron salir con algún sobre de manila?
El detalle parece intrascendente, pero es fundamental si se quiere llegar a confirmar lo que dice el delator.
EL HOMBRE DE ODEBRECHT
En el presunto pago de S/1′300.000 que la empresa ICCGSA habría entregado a Vizcarra, por la construcción del hospital de Moquegua, también existe un detalle que los fiscales se han cuidado de mencionar.
El principal colaborador eficaz es el exministro de Agricultura, José Hernández, quien se presentó ‘voluntariamente a declarar’. Hernández habría dicho que él se encargó de pagar el soborno a Vizcarra.
Los fiscales han destacado públicamente el compromiso de Hernández ‘con la verdad’. Sin embargo, no dicen que una de las empresas de Hernández fue cliente de la corrupta Odebrecht, que ellos investigan.
Hernández estuvo vinculado a Edwin Luyo Barrientos, el exfuncionario del gobierno aprista, quien recibió coimas por US$8 millones por favorecer a la empresa brasileña.
El año 2014, la compañía de Hernández, Asesores Técnicos Asociados (ATA), integró un consorcio de varias empresas que se asociaron con Odebrecht para la construcción de varias obras en Juliaca y Casma. Luyo fue el apoderado de ese grupo de compañías.
Hasta antes que estallara Lava Jato, en la página web de ATA aparecía Odebrecht como uno de sus principales clientes. La empresa de Hernández también estuvo asociada a la firma Engevix Engenharia. Los representantes de esa empresa eran los brasileños José Dirceu y Zaida Sisson, quienes se reunían en Palacio de Gobierno con el expresidente Alan García para hacer negocios.
¿Dónde salió esta información? En el conocido portal ‘La Mula’ el 31 de enero del 2017, ¡hace tres años!
Cuando el medio le preguntó sobre su relación con Luyo y Odebrecht, Hernández dijo que eso había sido en el 2014 y no tenía nada que ver con lo que ahora se estaba investigando. Parece olvidar que Odebrecht hacía negocios desde el gobierno del expresidente Alberto Fujimori.
Como bien dice mi amigo el ‘Búho’, las historias hay que contarlas completas. Nos vemos el otro martes.
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