Adelante, 'Tamalito', una perrita valiente, y atrás el carro que iba a robar una banda de delincuentes. Los rateros fueron filmados en pleno delito. Los ladridos de ella evitaron el hurto. | Foto: Violeta Ayasta | Diario Trome
Adelante, 'Tamalito', una perrita valiente, y atrás el carro que iba a robar una banda de delincuentes. Los rateros fueron filmados en pleno delito. Los ladridos de ella evitaron el hurto. | Foto: Violeta Ayasta | Diario Trome

Cuentan que cuando nació la bautizaron con el nombre de ‘Tamalito’ por su tamaño, pero sobretodo porque tenía el mismo color de la hoja con la que se envuelve dicho alimento. Tiene cinco años y siempre ha estado alerta con aquellos desconocidos que se acercan a su casa, pero lo de ahora fue diferente, heroico. A ladridos, sin nunca dejar de hacerlo, ella frustró el robo de la camioneta de su ‘papá humano’ y, con ayuda de éste, los hizo correr. Como premio, dejó las croquetas de lado para disfrutar de su plato favorito: pollito.

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A las 3:15 de la madrugada, tres hampones llegaron en un Nissan Sentra, con casquete de taxi y la placa tapada, al asentamiento humano ‘José Carlos Mariátegui’, en San Juan de Lurigancho.

Una cámara de vídeo vigilancia los grabó cuando descendieron del vehículo tras ver a su objetivo: una camioneta Station Wagon, blanca, estacionada en la calle.

Momento en que el taxi usado por los delincuentes llega al lugar. Uno de los rateros asoma por la ventana.
Momento en que el taxi usado por los delincuentes llega al lugar. Uno de los rateros asoma por la ventana.
El vehículo se estaciona más adelante y descienden los delincuentes.
El vehículo se estaciona más adelante y descienden los delincuentes.
Los hampones se acercan al vehículo de la víctima e intentan forzar la cerradura.
Los hampones se acercan al vehículo de la víctima e intentan forzar la cerradura.
Los hampones se acercan al vehículo de la víctima e intentan forzar la cerradura. Hicieron varios intentos.
Los hampones se acercan al vehículo de la víctima e intentan forzar la cerradura. Hicieron varios intentos.

De los rateros, dos se acercaron al carro, cuyo dueño descansaba en su casa.

‘Tamalito’, que aún es chiquita y no debe pesar más de siete kilos, pero tiene un corazón gigante, empezó su concierto de ladridos. Pasaron los segundos, minutos, y uno de los ladrones también comenzó su faena delictiva.

“Primero forzó la chapa de la puerta delantera. No pudo abrirla y rompió la luna posterior para abrir otra puerta. Abrió ambas puertas y ‘Tamalito’ nunca dejó de ladrar. Yo ya me iba a ir a dormir, pero salí a ver que pasaba con ella y vi a los delincuentes”, comentó su ‘papá' de 31 años.

El propietario hizo ruido con su puerta de metal. Los ladrones confundieron eso con un disparo y salieron corriendo. Mientras huían le dijeron: ‘Métete’ con lisuras.

Uno de los rateros ya logró abrir la puerta del carro mientras que otro observa a la casa.
Uno de los rateros ya logró abrir la puerta del carro mientras que otro observa a la casa.
Los segundos avanzan y el delito continúa sin que sean descubiertos.
Los segundos avanzan y el delito continúa sin que sean descubiertos.
Los gritos de 'Tamalito' alertaron a los dueños del vehículo que asoman y empiezan a gritar. Los ladrones fugan.
Los gritos de 'Tamalito' alertaron a los dueños del vehículo que asoman y empiezan a gritar. Los ladrones fugan.
Corrieron a toda prisa. Como alma que lleva el Diablo.
Corrieron a toda prisa. Como alma que lleva el Diablo.

Los tres huyeron hacia el falso taxi que los esperaba a pocos metros.

Todo el acto fue grabado y en las imágenes se ve que ‘Tamalito’ nunca dejó de ladrar.

OTROS ROBOS DE CARROS:

En el vecindario no es la primera vez que ocurren robos. Semanas atrás se llevaron el Kia de un vecino y un mes atrás la combi de otro lugareño. Incluso, un domingo pasado a una cuadra de donde ahora ocurrió el hecho, un suboficial de la Policía abatió a dos delincuentes.

Los vecinos de ‘José Carlos Mariátegui’ exigieron más seguridad pues temen que en otra oportunidad los robos sí lleguen a concretarse.

Así terminó el auto.
Así terminó el auto.


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