En el jirón Río Huallaga ocurrió el crimen. Fue a las 9:30 de la mañana y los asesinos escaparon. Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome
En el jirón Río Huallaga ocurrió el crimen. Fue a las 9:30 de la mañana y los asesinos escaparon. Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome

Se había percatado que sus movimientos eran seguidos de cerca por desconocidos y se puso a grabarlos con su celular. Luego caminó preocupado de un lado a otro. Así fueron los últimos segundos de vida del abogado Christian Israel Serrano Zapata (48), asesinado a balazos por sicarios que llegaron en dos autos y dos mototaxis, en Ate.

Una cámara de videovigilancia captó el homicidio a las 9:30 de la mañana de este jueves en el jirón Río Huallaga, urbanización Los Ángeles.

Víctima esperaba un taxi para ir con su amiga al centro de Lima.
Víctima esperaba un taxi para ir con su amiga al centro de Lima.
Él se percató que era vigilado por desconocidos y los grabó con su celular.
Él se percató que era vigilado por desconocidos y los grabó con su celular.
Se acercó para grabar a los sujetos que estaban en un carro.
Se acercó para grabar a los sujetos que estaban en un carro.
De esta moto bajó el sicario que mató a balazos al abogado. Otra mototaxi y dos autos más cumplieron la función de 'contención'.-
De esta moto bajó el sicario que mató a balazos al abogado. Otra mototaxi y dos autos más cumplieron la función de 'contención'.-

El letrado había salido de la cevichería de su amiga, a la que ayudaba en el litigio por una casa, de cuatro pisos y 104 metros cuadrados, valorizada en 200 mil dólares.

Con ella iba a ir al centro de Lima para hacer unos trámites y para eso pidieron un taxi por aplicativo.

En las imágenes se observa que, antes del crimen, los autos dieron vueltas por calles aledañas. Christian Serrano los vio y con su teléfono los filmó de lejos y cerca.

Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome
Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome
Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome
Foto: Britanie Arroyo / Diario Trome

Poco después, de una mototaxi, descendió un sicario encapuchado y cuando lo tuvo cerca le disparó a quemarropa delante de varias personas.

El hombre de leyes corrió hasta el jirón Río Marañón, pero cayó a mitad de la pista. Todos fugaron. A él, la Policía lo llevó al hospital, pero murió.

“Hace tres años murió mi pareja y mis dos hijastros, el canadiense Jackson, y el peruano canadiense Héctor, quieren esa propiedad, quieren botarme. Christian, además de mi abogado era mi compadre, pero nos amenazaron y él dejó el caso, ahora solo me ayudaba”, dijo la amiga que sufrió el roce de una bala en la cintura.

El Depincri de Ate - Santa Anita investiga el caso.

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