Nunca es tarde para estudiar y capacitarse, lo único que se necesita es voluntad. Voluntad que tuvo Luisa Palomino Arone, quien a sus 66 años está cursando el quinto ciclo de la carrera de Nutrición, en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta.
Ella no se hace problemas por la edad, al contrario, se preocupa más por aprender y convertirse en una buena profesional. Por eso, si tiene alguna dificultad en un curso busca ayuda. Justo la encontramos saliendo de sus clases de reforzamiento de matemáticas que está llevando en la academia pre-universitaria del municipio de Santa Anita.
¿Cómo decide estudiar en la universidad?
Yo soy vegetariana y para balancear mi alimentación siempre estoy buscando información sobre qué frutas o verduras pueden darme tales o cuales vitaminas. Ahí vi una necesidad, por eso decidí estudiar Nutrición.
¿Cómo tomó la noticia su familia?
Mi hija me apoyó y me dijo que siga estudiando. Siempre me interesó seguir alguna carrera de la salud.
¿Cómo fue el examen de admisión? ¿Tuvo nervios?
Me preparé unos meses en la Pre de La Cantuta, ahí estudié mucho. El día del examen estuve muy nerviosa, preocupada… esto lo había pasado antes, pero del otro lado con mis hijos. Ahora yo era la postulante (risas). Solo me dije que si esta vez no ingresaba, ya sería la próxima.
¿Qué sintió cuando ingresó?
Muchísima felicidad, mis hijos gritaron de emoción. La única palabra que dije fue: ¡Lo logré!
¿Recuerda cómo fue su primer día de clases?
Al entrar al aula vi a puros jovencitos, me sentí un poco incómoda… pero luego entraron los profesores y me saludaron, los chicos también me incluyeron en su grupo.
Al terminar la carrera, ¿qué hará?
Mi anhelo es mejorar la alimentación en mi país, ese sería mi aporte a la sociedad. Actualmente, vemos que niños y jovencitos ya están sufriendo males que antes solo padecían los adultos. Debemos prestar más atención en nuestra alimentación y para ello hay que educarse en nutrición.
Ya empiezan las clases…
Sí, ya se terminaron las vacaciones, aunque me la pasé estudiando durante el verano (risas).
¿Es la primera vez que viene a la academia preuniversitaria municipal?
Sí, el año pasado quise venir, pero se terminaron los cupos. Busco reforzar el curso de matemática, especialmente.
¿Y cómo interactúa con sus compañeros?
Los chicos son muy ocurrentes. Me tratan con cariño y respeto. Agradezco su paciencia.
¿A qué hora se levanta?
Me levanto a las 3 de la madrugada.
¿Por qué tan temprano?
Leo la Biblia, luego repaso algunas lecciones, preparo el almuerzo y me alisto para ir a la universidad.
¿Cuál es su mensaje a los jóvenes?
Que luchen por sus sueños y que nunca digan ‘no puedo’. ¡Sí se puede!