“…El señor Martín Belaunde Lossio viene presentando problemas de salud a los que se ha referido su señora madre, solicitando que en ese extremo tenga a bien verificar la conveniencia de proporcionarle un tratamiento adecuado en un ambiente que no ponga en riesgo su vida y su salud física y mental”.
Este es un párrafo de la insólita carta que el 27 de mayo pasado, cuando aún era congresista, le remitió la hoy ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, al entonces jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Julio Magán.
La misiva ha encendido las alertas en las fiscalías que en la actualidad investigan a Belaunde Lossio, quien, hoy por hoy, es el más importante procesado por corrupción que existe en el país.
Belaunde Lossio –otrora amiguísimo y asesor de la expareja presidencial Ollanta Humala y Nadine Heredia- es acusado por peculado, asociación ilícita para delinquir, lavado de activos, tráfico de influencias y patrocinio ilegal. También de ganar irregularmente licitaciones públicas por más de ¡150 millones de soles!
La carta de Marisol Pérez Tello era un secreto hasta que el programa ‘Cuarto Poder’ la consiguió y le preguntó a la ministra sobre su autoría y su sintomático proceder. ‘¡Yo la volvería a mandar!’, dijo alzando la voz. Explicó que esa es una de miles de cartas que le enviaban cuando era congresista y las remitía a las autoridades.
Este columnista ha confirmado que dicha misiva, en la que intercede por Belaunde Lossio, es la única que Marisol Pérez Tello envió al INPE. No hay, por cierto, ninguna otra pidiendo lo mismo por alguno de los cientos de presos enfermos y al borde de la muerte que existen en las prisiones.
Belaunde Lossio, además, es un preso privilegiado. Desde hace más de seis meses está internado en una costosa clínica miraflorina, lujo que no se da ni el expresidente Alberto Fujimori. El 18 de agosto pasado, la clínica avisó al INPE que ya le había dado de alta médica y lo regresara a prisión. Pero ese mismo día, Belaunde Lossio y su médico recurrieron a argucias y logró quedarse internado hasta ahora.
La ministra ha olvidado que, a inicios del 2015, Belaunde Lossio se fugó del país a Bolivia, donde pidió asilo político. Allí sobornó a policías y hasta a un magistrado. Cuando su pedido fue rechazado, volvió a fugar, pero fue capturado cuando pretendía cruzar la frontera rumbo a Brasil.
Cosas raras, por lo demás, están pasando en esa cartera. El 9 de setiembre, la ministra Marisol Pérez Tello nombró como integrante del Consejo de Defensa Jurídica del Estado al abogado Oswaldo Hundskopf, quien renunció 14 días después. Dicho letrado ha sido árbitro de una empresa privada que le ha ganado millonarios y controversiales laudos arbitrales a varias entidades estatales.
Como bien dice el dicho, ‘la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo’. Nos vemos el otro martes.
