Mafias de la muerte. Debido al cobro de cupos a mototaxistas que trabajan en la zona de ‘La Parada’, en La Victoria, el venezolano Jorman Antonio Tovar Agüero (30), que trabajaba en ese rubro desde que llegó al país en el 2018, fue asesinado de seis balazos cuando tomaba con amigos.
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Dos sicarios en moto lo acribillaron, entre las avenidas Aviación e Isabel La Católica, a las 9:15 de la noche del jueves.
Las balas le cayeron en el tórax y abdomen, pero también alcanzaron a dos comerciantes ambulantes, que estaban a unos 50 metros de distancia.
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La vendedora de choclos y danzante Olga Albino (42) y la de carcasas para celulares Juana Dueñas (45) resultaron heridas en la espalda y pierna derecha, respectivamente. La primera de ellas se encuentra delicada en el hospital ‘Dos de Mayo’.
Según testigos, los pistoleros llegaron y dispararon a quemarropa contra el venezolano. No habrían dicho palabra alguna.
Los autores serían de una mafia extranjera que pelea con otra el dominio de esa zona.
Policías de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri investigarán el caso.
Y en las primeras descubrieron que la víctima tenía una denuncia por el presunto delito contra el patrimonio, en la modalidad de hurto, con fecha 17 de diciembre del 2022. Tal ocurrencia policial es en la comisaría de Apolo.
ENERO DEL 2022: A como dé lugar, una mafia de extorsionadores, compuesta por venezolanos y peruanos, busca tomar el control en varias calles de Comas donde existen paraderos informales de mototaxis. El martes hirieron a un conductor, el miércoles asesinaron a otro, y ayer corretearon y atacaron a tiros a un tercero que, para salvar su vida, tuvo que esconderse en una panadería.
Jeyner Ríos (34) estaba sentado en su vehículo esperando pasajeros al lado de un grifo, situado entre las avenidas Universitaria y México, cuando llegaron sujetos en moto lineal.
Testigos contaron que al ver que iba a ser atacado, el chofer corrió por la avenida México, pero fue perseguido por los pistoleros que hicieron tres a cuatro disparos. Ríos avanzó una cuadra y se refugió en una panadería. Una cámara de seguridad grabó el momento de la persecución.
En las imágenes se ve que los sujetos, uno con prenda naranja y el otro con polera negra, también entraron al local.
Tras el ataque, los autores huyeron en dos motos lineales conducidas por dos personas más. Se fueron por diferentes direcciones.
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