La histerectomía es la cirugía que consiste en retirar el útero total o parcialmente. Se llama total cuando se retira todo el útero, incluido el cuello; se llama subtotal o parcial cuando dejamos el cuello del útero y, en cualquiera de los casos, puede ir acompañada o no por el retiro de uno o de ambos ovarios.
Las razones más frecuentes por las que se realiza una extirpación del útero son los sangrados vaginales abundantes, miomas, endometriosis, prolapsos uterinos y dolor pélvico crónico. Este tipo de cirugías puede hacerse a través de tres formas: con un corte en el abdomen, llamada histerectomía abierta o convencional, o por laparotomía.
Una segunda forma implica un corte en el ombligo de un centímetro y otros tres en la parte baja del abdomen de medio centímetro cada uno. A esta intervención se le llama histerectomía laparoscópica, que tiene una recuperación más rápida, menor sangrado, menor posibilidad de infecciones y menos dolor postoperatorio.
La tercera forma de retirar el útero es a través de la vía vaginal, que presenta como ventaja no tener un corte visible, ser rápida y de estancia hospitalaria breve. Cada una de estas se realizará tomando en cuenta si la mujer tuvo cirugías previas, el tamaño del útero y el diagnóstico que motiva el retiro del útero, ya que enfermedades como miomas o tumoraciones muy grandes o el cáncer exigen cirugías más amplias.
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