
Con pelotas, clavas, palitroques, a veces machetes, y hasta con fuego, juegan los hermanos Agustín y Víctor Requena Barriga, de 26 y 20 años, respectivamente. Jugar es un decir, pues sus shows incluyen sorprendentes y arriesgadas acrobacias que duran, lo que les permite la luz roja del semáforo, en diferentes calles de la gran Lima.
Ambos aprendieron el arduo oficio de malabarista empujados por la necesidad de llevar unas monedas a casa. Víctor es mudo y su hermano mayor lo introdujo en este oficio para ayudarlo a comunicarse y cuidarlo.
Agustín, ¿desde cuándo haces malabares en la calle?
Desde los 16 años.
Por tu atuendo, ¿eres mimo?
No, no soy mimo, pero me encantaría. Soy acróbata, malabarista y cristiano. Me paro en los semáforos para trabajar y sacar adelante a mi familia. Esta es mi vida y agradezco a Dios por lo que tengo.

¿Y por qué te pintas la cara de blanco?
Por el consejo de un policía.
¿Qué te dijo?
Es que yo hago malabares con antorchas de fuego y machetes. Un día estaba con machetes en ambas manos haciendo mi número y el oficial me detuvo. Luego me llevó a la comisaría. Le enseñé mis materiales y le expliqué que así trabajaba. Me dijo: “Muchacho, debes vestirte de payasito o pintarte la cara, así no te confundimos con un delincuente”, ja, ja, ja. Y me dejó ir.
Juegas con fuego, ¿has tenido algún accidente?
Una vez mi cara se prendió durante un show, pero gracias a Dios no me quemé porque tenía maquillaje. A raíz de eso me deprimí por un tiempo, pero luego salí adelante.
Volviste a las calles...
Sí. Debo sacar adelante a mi familia.
¿Hay un truco especial para evitar accidentes, por ejemplo, con el fuego?
No, para nada. Y tampoco me pongo nada en la ropa para repeler el fuego, simplemente es experiencia y mentalidad. Me encomiendo a Dios y a mi mamá.

¿Cómo involucras a tu hermano menor en esta actividad?
Él quería ser militar, pero no lo admitieron por ser mudo y, lamentablemente, algunas personas también le hacían bullying. Por eso, se me ocurrió enseñarle el arte circense, porque como artista puede expresar más cosas que hablando. Puede ser él mismo.
¿También hace malabares con fuego y machetes?
Una que otra vez. Él hace más acrobacias, es un trome.

¿Y tú cómo aprendiste?
Yo gané una competencia de breakdance y tenía que viajar a Chile para representar al país, pero no me dieron pasajes ni estadía. Si quería viajar tenía que ganar una platita para ir. Ahí conocí a malabaristas y aprendí de ellos. Así me enamoré de este arte y ahora es mi vida.
También dominas el balón...
He llegado a hacer 680 dominadas y cabecitas con pelotas. Este año planeo llegar a mil.
¿Dónde los encontramos?
Andamos por todos los semáforos de Lima. Últimamente, estoy en el Cercado y San Juan de Lurigancho. Con mi hermano hacemos transmisiones en vivo por la cuenta de TikTok @agustinshow.
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