
No trepa edificios ni puentes como Spiderman, sino sobre los asientos del bus ‘El Chino’ para cobrar pasajes y evitar que alguien se pase de vivo. Flor Aparcana (21) nunca pensó ser protagonista de una noticia, pero un video mostrando sus acrobacias la volvió viral en redes sociales y la bautizaron como ‘La cobradora araña’.
Ella se ríe y se presta al juego, pero detrás de su alegría está la historia de una peruana que lucha a diario para sacar adelante a su familia.
Flor, ¿desde cuándo trabajas como cobradora en buses de ‘El Chino’?
Llevo menos de un año. Antes trabajaba con mi mamá vendiendo comida en Villa El Salvador, pero ella enfermó y tuve que hacerme cargo de la familia. Mi cuñado trabaja como chofer, así que me jaló como cobradora.
¿Cómo tomaste este cambio en medio de una situación difícil?
Fue complicado… hasta me tuve que mudar a Puente Piedra por el nuevo trabajo.

¿Qué fue lo más retador?
Este rubro es completamente nuevo para mí, por eso subía a los carros como pasajera y anotaba todos los paraderos en una hojita para no olvidarme. Luego hice mi propio croquis.
¿Ya sientes más confianza?
Sí, puedo decir que ya agarré cancha.
¿Cuál es tu rutina cuando trabajas?
Me levanto a las 3:30 a.m. y a las 5:10 a.m. ya estoy en ruta. Generalmente hago dos vueltas y regreso a casa entre las 9:30 p.m. y 10:00 p.m.
¿Qué pasó ese día del paro en que trepaste los asientos?
Eran las 5:00 a.m. y un gran número de personas subió en el paradero de Metro (Independencia). Como todo el carro se llenó era imposible cobrar. Y lo peor era que yo estaba en la parte de atrás. Vi una barra por los asientos y dije: ‘¿me subo o no?’.

La pensaste…
Es que no me animaba, ja, ja, ja. Pero creo que un pasajero se dio cuenta, me miró y me dijo: ‘pisa nomás’. Así que me animé y me subí.
¿Qué te decía la gente?
Empezaron a reírse. Todos entendían la situación desesperante por el paro. En situaciones extremas, decisiones extremas, ja, ja, ja.
Ahora los pasajeros te reconocen como ‘La cobradora araña’...
Sí, y lo tomo de la mejor manera. Es más, me divierte y me uno a la chacota. Incluso, una pasajera me pidió una foto hace unos días.
¿Te han tocado pasajeros que no quieren pagar?
Sí, algunos se hacen los dormidos, pero con el taco del boleto los levanto. A los únicos que no les cobro es a los abuelitos.
¿Esta exposición en redes sociales cambió tu vida?
Claro. Mi rutina de trabajo es estresante y un poco aburrida, pero desde que soy ‘La cobradora araña’ no hay un solo día en que no sonría.

¿Qué sueños quieres cumplir?
Estaba estudiando en la Universidad Científica del Sur gracias a una beca completa por mis altas notas en el colegio. Me quedé en sétimo ciclo y espero retomar para terminar mi carrera de Administración de Empresas. También me gustaría hacer obras sociales; este trabajo me ha abierto los ojos para ver la realidad.









