En una empresa, los fines de año son un período de cierre de objetivos trazados y de renovación. Los dos últimos meses suelen ser de repaso de resultados anuales y planificación del siguiente. Pero, también, es una fecha de celebración y reforzamiento de la gestión de personas; por ello, noviembre y diciembre son meses claves e importantes para las compañías de cara al futuro y a las nuevas metas.
Para los expertos, las fiestas de fin de año son un buen termómetro del clima laborar de una empresa. Es sabido que evaluar ello no es tan sencillo, a pesar de que existen metodológicas diseñadas especialmente para estos fines. Por ello, los agasajos de diciembre son de gran ayuda.
Para poder medir con precisión cuáles son las percepciones de los empleados en la actualidad, las compañías aprovechan estas reuniones de fin de año para anotar todos los indicadores que brindan los trabajadores.
El portal Entrepreneur, especialista en empresas, señala que las fiestas de fin de año reflejan la actitud que reina en tu empresa. Por ejemplo, la cantidad de asistentes revela la situación por la que pasa la compañía. Si se hacen presentes menos de la mitad de los empleados, sugiere, que los responsables se preguntes ¿cuáles son los motivos que los llevó a faltar al evento?
Por otro lado, esta clase de acontecimientos actualiza y hace presente de una forma muy transparente las ideas, pensamientos y emociones de los trabajadores. Allí no solo lo transcurrido durante un año es juzgado, sino que también impacta de plano la coyuntura de la empresa.
Es así que, a veces, un hecho cercano a la fiesta de fin de año puede tirar a la borda todo un año de esfuerzos coherentes. Por ejemplo: una organización que cierra un excelente período de rentabilidad y no otorga ninguna clase de reconocimiento a sus empleados. O, quizá, puede pasar lo contrario: al término de un año gris, se presentan promisorias demandas del mercado para los meses siguientes, solo para influir en las personas y en su posterior concurrencia a la fiesta.
En ese sentido, Entrepreneur sugiere que este tipo de acontecimiento, puede ser aprovechado para valorar el momento del equipo de trabajo y sus creencias respecto de:
- El grado de satisfacción con el empleo y sus tareas.
- El grado de conformidad con la remuneración percibida.
- La incidencia de conflictos o turbulencias sindicales.
- La salud de los vínculos entre los trabajadores (intra e interáreas).
- Las modificaciones de los procesos internos, incluyendo incorporación de tecnología, nuevas líneas de producción y cambios en la metodología de gestión en general.
De esta forma, podremos evitar pasar un mal rato y lograr que la fiesta de fin de año sea tan exitosa como la deseamos.