Las horas que demanda asistir a una reunión de trabajo que convoca el jefe, muchas veces son consideradas por los colaboradores como una pérdida de tiempo debido a que se genera conflictos y no se llega a ningún acuerdo.
Aunque varios detestan la idea de dejar de lado las tareas pendientes que tienen para una asistir a una junta; lo cierto es que este tipo de encuentros deberían ayudar a mejorar el trabajo del grupo.
Pero ¿se ha puesto a pensar por qué las reuniones laborales se han vuelto caóticas? Karina Navarro, quality assurance manager de Kokatu.com, plataforma dedicada a encontrar espacios de trabajo, asegura que “la causa principal de la mayoría de los conflictos en una junta de trabajo es la lucha por la validación; es decir, la raíz no son las diferencias irreconciliables sino una necesidad básica no satisfecha, lo cual es algo que se puede corregir”.
Con el propósito de evitar que una reunión no se escape de nuestras manos, Harvard Business Review dio a conocer que existen algunas estrategias para convertir la tensión en conversación durante este tipo de encuentros. La información fue compartida en el portal Entrepreneur.
Si ya se desató el caos, tiene que interrumpir esa actitud negativa. Para calmar el desorden debe levantar la voz y lograr que le presten atención, una vez logrado ello, baje el tono paulatinamente utilizando una comunicación positiva e integrante. Resaltando en todo momento que son un equipo.
Tras haber logrado captar la atención del equipo, hable de lo que está sucediendo, no de los problemas que ya se han generado, sino en la resolución de los mismos. Frases como: “No estamos consiguiendo los objetivos”, “no estamos aquí para esto”, “estamos perdiendo el norte” ayudará a templar los egos y temperamentos. Aquí debe invitar a todos a asumir su responsabilidad sin buscar culpables.
El líder debe estructurar la reunión para que cada participante intervenga en un determinado tiempo, en el que debe explicar su postura con calma. Esto hará que todos respeten el espacio de cada uno y escuchar las inquietudes de los demás.
A pesar de la existencia de la nueva estructura, si el conflicto persiste, la mejor salida es recordarles que todos acordaron respetar los acuerdos previos y tienen que honrar su palabra para evitar discrepancias y llevar a cabo reuniones más productivas en beneficio de todos.