:quality(90)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/3B7KQTMW3FGV5BRIDTKLQMPWSU.jpg)
Ante la inminente llegada del portaaviones nuclear USS Carl Vinson a la península de Corea, la tensión es máxima, pues el dictador Kim Jong-un amenaza destruirlo. Un mínimo error de cálculo de Estados Unidos o Corea del Norte podría desencadenar una guerra que afectaría al mundo entero.
En este peligroso escenario, Corea del Norte volvió a lanzar un misil, de tipo desconocido, pese a las advertencias de los norteamericanos. El proyectil explotó segundos después de ser lanzado.
En la televisión, Kim Jong-un insinuó que usará sus misiles contra el buque de guerra, que hará maniobras militares como advertencia.
El ‘Carl Vinson’ tiene propulsión nuclear, mide 332 metros de largo y la cubierta, 76 metros de ancho. Lleva a unos 6 mil militares y 90 aviones y helicópteros.
Se unirá en la península coreana al submarino nuclear USS Michigan, que atracó en Corea del Sur el martes.
ASUSTAN
En este escenario, el peligro de una confrontación bélica crece por el carácter beligerante de Kim Jong-un y del presidente estadounidense Donald Trump. Este no dudó en bombardear una base militar aérea en Siria y lanzar a la ‘madre de todas las bombas’ sobre Afganistán.
Trump dijo que es posible iniciar un ‘gran conflicto’ con Corea del Norte. Ayer, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo que no frenar el desarrollo nuclear de Corea del Norte podría tener ‘consecuencias catastróficas’. “La amenaza de un ataque nuclear en Seúl o Tokio es real”, añadió.
El canciller chino, Wang Yi, expresó que ‘el uso de la fuerza solo llevará a mayores desastres”. Y el vicecanciller ruso, Gennady Gatilov, sostuvo que aumentar la “retórica temeraria” con Corea del Norte podría acarrear “aterradoras consecuencias”.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.
