El Seguro Social de Salud (EsSalud), brindó una serie de consejos y sugerencias de relajación a través de un juego denominado “La Ruleta del Optimismo”, con la recomendación de que estas se realicen en nuestros hogares. Estas estrategia sirve para gestionar de la mejor manera las emociones y afrontar con buena actitud la nueva etapa de la emergencia sanitaria.
El personal del Departamento de Salud Mental del Hospital Edgardo Rebagliati, presentó el mencionado juego donde se observaron varias casillas como bailoterapia, Tay Chi, dibujo pintura y manualidades, juegos de mesa y comunicación vía zoom. Recomendaron jugar a la rueda giratoria por lo menos cinco veces a la semana.
Según la psicóloga de EsSalud, Maribel Muñóz, explicó que si bien es una reacción natural sentir tensión por la crisis sanitaria y preocuparnos mucho por el futuro, nuestra salud, la de familiares, amigos y vecinos, es conveniente practicar estas actividades recreativas con nuestro círculo más cercano, es decir con quienes vivimos en casa.
“Bailemos en casa, realicemos técnicas de respiración, hagamos manualidades, participemos en juegos de mesa, y conectémonos vía zoom con las personas que más amamos, cantemos en karaoke, etc.”, refirió la especialista.
REUNIONES VÍA ZOOM
Debido a la pandemia por COVID-19 es difícil disfrutar de la presencia de familiares y amigos. En tal sentido, los especialistas sugirieron que podamos separar un tiempo para aprovechar de la tecnología y conectarnos con las personas que deseamos ver, evitando así visitar sus viviendas o coordinar encuentros en lugares públicos (restaurantes, café, centros comerciales, etc.).
Durante el pasado mes de diciembre, se incrementaron en 40% las consultas médicas por estrés, depresión y ansiedad, en el Hospital Rebagliati, siendo los casos más recurrentes relacionados a la tristeza profunda por la pérdida de un ser querido a causa del COVID-19, la falta de empleo, la preocupación por el futuro, la salud de familiares y el no contar con recursos económicos para realizar las compras navideñas.
Este porcentaje corresponde en su mayoría a personas que nunca habían sido atendidas por problemas de salud mental y ahora sí buscaron ayuda profesional. Las edades de los pacientes en ese período son indistintas desde niños, adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes y con mayor incidencia en personas de la tercera edad que a consecuencia del confinamiento se quedaron en casa.