El Seguro Social de Salud (EsSalud), advirtió que, debido al cierre de las escuelas y el confinamiento en sus hogares, los casos de obesidad infantil en niños de entre 7 y 12 años de edad, se duplican, debido a que elevaron el consumo de golosinas, comida chatarra; y otros malos hábitos que impactan negativamente en su salud.
Según el registro de consultas vía Zoom, que realizaron, especialistas del Hospital de Emergencias III Grau, y del Hospital II de Vitarte de la Red EsSalud Almenara, las medidas de contención, han generado que los menores, dediquen incluso, hasta 12 horas diarias a ver televisión, que no realicen ninguna actividad física en el día, situación que devela un sedentarismo extremo, duplicando el riesgo de padecer obesidad infantil.
El médico internista, del Hospital II de Vitarte, Alex Medrano, precisó, que, antes de la pandemia en la consulta médica de pediatría, se revelaban hasta 10 nuevos casos de esta condición, sin embargo, ahora la cifra se ubica en 17 y otras veces 19 niños obesos.
Según explicó, muchos padres han asumido, que para evitar que sus hijos se aburran y sea más llevadero el aislamiento, estén más tiempo conectados al televisor, a los videojuegos, y otros dispositivos móviles. Por lo cual, les sugirió reemplazar estos espacios, por juegos de mesa, pin pon, ajedrez, damas, bingo, que, si son compartidos con sus papás, le dará mayor seguridad emocional al niño.
En las consultas virtuales, se conoció, que han ganado mucho peso, comiendo golosinas que contienen azúcar, grasas trans, sal, colorantes, saborizantes, y otras sustancias. La especialista, pidió a los padres ser más vigilantes, y retirar de la dieta de sus engreídos, las frituras (papitas y camotes) y otros productos envasados, asimismo, lograr en ellos el hábito de beber agua, infusiones y jugos como el de sandía que no aporta calorías y calma la sed.
Por su parte, la nutricionista, Raquel Suárez del Hospital II Vitarte, precisó, que los padres y tutores de los menores evaluados, recibieron recetas para que sus hijos lleguen a su peso ideal, mediante el consumo de pescado, huevos, verduras y frutas, es decir, prevaleciendo siempre los alimentos naturales hechos en casa.
“Si el niño observa que sus padres consumen verduras y frutas serán el mejor ejemplo a seguir”, remarcó. La especialista, recordó, además, que la obesidad es un problema de salud pública, y hoy lo es más debido a la pandemia, siendo este un factor de riesgo para contagiarse y no superar el Covid-19 en su grado de gravedad.
Las medidas de contención para frenar el avance del COVID-19 deben ser vistas por los adultos responsables, como una valiosa oportunidad de ordenan con rigurosidad los horarios de alimentación, estudios, juegos y descanso de sus hijos.
Los entornos escolares proporcionan estructura y rutina alrededor de las comidas, la actividad física y el sueño, sin embargo, a pesar del contexto del confinamiento, esos estilos de vida deben prevalecer, es responsabilidad del adulto, que no se presenten desórdenes alimenticios y que sean ejemplo de una alimentación saludable y de buenos hábitos de vida.