Ante la llegada del verano y el aumento de la temperatura, muchas personas están adquiriendo y haciendo uso de las piscinas inflables; sin embargo, su inadecuada utilización podría causar infecciones respiratorias, estomacales, a la piel y a los ojos.
Según el Dr. Luis Hercilla, vocero de EsSalud, el agua de las piscinas no debe mantenerse por más de 24 horas almacenada, esto sin antes ser tratada con cloro o cambiarla. Además, advirtió que para evitar contagios por el coronavirus, varias personas no pueden compartirla.
“Por la seguridad de la familia, no se debe permitir que varias personas la compartan (la piscina), para evitar contagios incluso del virus del COVID-19. Lo usual es que se presenten numerosas infecciones diarreicas, al sistema respiratorio, a la piel y a los ojos, las piscinas podrían ser un peligro para los niños”, sostuvo el especialista.
Asimismo, indicó que tanto el agua como el inflable deben tener buenas condiciones de salubridad. Recomendó también desinfectar las paredes de la piscina con una buena cantidad de cloro y mantener la distancia.
“Tenemos que tener siempre el alcohol en gel, desinfección de manos, debe ser una rutina diaria, el distanciamiento dentro y fuera del agua, ni siquiera estando en el agua podemos romper el distanciamiento”, advirtió.
ENFERMEDADES
Por último, precisó que las enfermedades más comunes que se pueden adquirir son la conjuntivitis, el COVID-19, el dengue, la malaria y hasta la temida ameba come cerebros.
“Hay que saber el estado de las personas que van a usar las piscinas y también de su entorno más cercano, más aún si algún familiar tiene o tuvo el virus del COVID, lo ideal sería hacerse su descarte”, finalizó.