Por: Oscar Torres

Realista. El doctor Ernesto Bustamante fue jefe del Instituto Nacional de Salud y el primero en decir que la denominadas pruebas rápidas (serológicas) no eran efectivas. Han pasado 90 días y Trome, conociendo que el sigue causando muerte en nuestra población, conversó con el especialista y esta es su verdad.

Doctor Bustamante, a su criterio ¿cuál ha sido el gran error del gobierno al enfrentar la pandemia?

Han habido grandes errores. El principal ha sido el no asegurar que la gente tenga acceso a alimento y tranquilidad en su casa, y no deba entonces salir a la calle. Le puedo pedir a la gente que se mantenga 4 días en su casa porque nos cayó un meteorito, y se queda en su casa y come lo que le queda, uno se adapta, pero 90 días nadie se puede quedar en su casa…

El problema es que acá no se han dado bien los bonos, ¿es así?

Justamente a eso me refería con que el problema está en que no nos hemos asegurado de que la gente tenga que comer durante estos 90 días.

Cadenas internacionales como la BBC comentan que el Perú es uno de los países donde todo se salió de control. ¿Es así?

…El problema es que acá se ha salido mucho más de control porque ha habido un enfoque de ‘el qué dirán’ y en la imagen, antes que enfrentar las cosas con realismo.

¿A qué se debe la explosión de casos en nuestro país?

A que la cadena de contagios no ha sido debidamente cortada. Se debió haber cortado en la etapa inicial de la epidemia aprovechando que ya teníamos a la mayoría de la población en cuarentena, en sus casas. Y tomar a aquella persona que resulte positiva a la infección viral, hacerla a un lado, preguntarle cuáles fueron sus contactos. A esos contactos aislarlos también luego de haber encontrado que son positivos y así, de esa manera, reducíamos la cadena de contagios.

¿Cuál sería el objetivo final?

De manera de que cuando la gente sale a la calle otra vez, como ahora, y hace más de un mes está ocurriendo en la práctica, no se encuentre con que el virus está afuera esperando.

LA MESETA

Todos hablan de la famosa meseta. Explíquele a la gente en forma sencilla qué es lo que va a pasar en las próximas semanas...

La meseta no es más que una estabilización del nivel de contagios. Toda epidemia se comporta en un principio de manera exponencial, significa que 2 se convierte en 4, 4 en 8, 8 en 16. Todo se duplica cuando el nivel de expansión es de 2, pero si es 3 entonces varía...

Es decir, tarde o temprano ¿va a caer la curva?

Conforme avanza la epidemia la gente que en un principio salió infectada luego deja de serlo porque el virus mató a la persona o desaparece. También hay menos personas (en riesgo) de ser infectadas porque ya se infectaron, por tanto quedan menos y las que quedan están, más bien, escondidas en cuarentena, o sea, los más vulnerables. Entonces como que la curva va cayendo lentamente, ese es un fenómeno natural, no tenemos que hacer nada especial para que eso ocurra.

¿Usted diría que el gobierno no prestó atención a la idiosincrasia del peruano?

No prestó atención al hecho de que el 70% del Perú es informal. Y eso lo podemos rescatar de la primera conferencia de prensa, cuando el presidente anuncia la cuarentena y dijo: ‘Vayan a la calle y compren para 15 días’. Usted y yo quizá podamos comprar para 15 días porque tenemos refrigeradora en casa, pero la mayoría de la gente no porque vive el día a día.

CUARENTENA FRACTURADA

Se lo pregunto porque la semana pasada el doctor Miguel Palacios, decano nacional del Colegio Médico, me dijo que la cuarentena ya no servía de mucho. ¿Coincide con él?

Sí y no. No sirve de mucho porque en realidad la gente ya la ha roto. Está fracturada la cuarentena y porque no se está haciendo lo que se debe de hacer en las cuarentenas, que es el muestreo de datos, el análisis molecular para identificar quién es positivo temprano y tempranamente sacarlo de circulación y que ya no contagie. Lo que está haciendo, en realidad, no sirve.

La gente está saliendo a las calles masivamente, ¿eso empeorará el panorama?

No lo quisiera llamar empeorará. O sea que se ponga peor, no necesariamente. Lo que va a ocurrir es que la epidemia va a continuar. Es decir, va a haber más contagiados mañana, pasado y la semana siguiente porque cada vez va a haber más gente nueva en la calle que antes estaba en su casa y es ‘carne fresca’ para el virus.

¿Qué se puede hacer con los ambulantes que están invadiendo las calles y creando grandes aglomeraciones?

Me preocupa mucho lo que está pasando porque puede crearse un desborde social. Primero que nada hay que comprender la situación. Ponernos en los zapatos de esos señores que están en la calle vendiendo. Ellos no quieren hacer problemas a los vecinos, ellos quieren vender algo para ganar lo suficiente y llevar un pan a sus hijos.

Se ha iniciado la segunda fase de la reactivación económica. ¿Esto podría ocasionar una segunda ola de coronavirus?

Sí, una segunda ola en el sentido de que habrá un incremento de infectados, eso hay que esperarlo, por eso creo que esta pandemia tiene que enfrentarse con realismo y no con optimismo. Esto no es cuestión de hacerle barra a un equipo. El equipo va a jugar lo que tiene que jugar y no va a jugar más o menos porque le hagamos barra. La epidemia no se comporta así, no es un jugador.

Entonces, ¿qué debemos saber?

Es que van a haber más infectados. No que se va a infectar todo el país a la vez, pero tenemos que ser conscientes de que necesariamente va a haber más gente contagiada y por tanto todos lo sabemos. Antes no lo sabíamos, incluso los niños, que hay que cuidarse en tres cosas básicas: mascarilla, distancia social y lavado de manos. Si tenemos eso podemos ir a los mercados, visitar a amigos, relación social con el mundo en general y no nos podemos infectar.

¿Vamos a convivir con la enfermedad durante largo tiempo?

Yo pienso que sí. Y no solo nosotros, sino muchos países del mundo. Hay algunos que ya se liberaron del virus, pero en el momento que ellos permitan el ingreso de extranjeros el virus les va a llegar otra vez. Es inevitable. El mundo tiene que acostumbrarse a vivir con el virus hasta que la vacuna sea una realidad y eso tomará todavía un tiempo.

CARGAMONTÓN

¿Le parece que el ministro de Salud está liderando bien esta crisis sanitaria?

Hoy en día es muy difícil ser ministro de Salud. Creo que es muy injusto hacerle cargamontón en este momento al doctor Zamora, reconocemos que hay algunas cosas que ha errado, se ha equivocado, pero yo pienso que en este momento es muy difícil ser ministro de Salud.

¿Por qué cuestionó las pruebas rápidas?

Porque la idea de las pruebas de laboratorio de Covid-19 es diagnosticar el virus en un momento temprano de la enfermedad para poder encontrar quién está contagiando y poderlo retirar de circulación. La prueba rápida no hace eso. No detecta el virus tempranamente, sino detecta un anticuerpo contra el virus que aparece tardíamente. Lo que debemos hacer es diagnosticar temprano.

Entonces ¿si te diagnostican con la prueba rápida y sale negativo te puedes morir?

Es que esa prueba rápida en los primeros días de la infección, que puede ser 10 días de uno haberse infectado, va a salir negativo porque la prueba rápida no detecta el virus… Entonces claro, si uno está infectado y le dicen que es negativo y se la cree, y en realidad no era más que un falso negativo, es decir, un verdadero positivo, después se enferma y puede morir.

Si usted fuera ministro de Salud, ¿qué decisión radical tomaría para controlar la enfermedad?

No quisiera decir que si soy ministro de Salud, pero primero haría un giro de 180 grados en lo que se refiere a qué tipo de prueba utilizar para diagnóstico temprano. Porque después haría rastreo de contactos que no se ha hecho en el Perú. Solo se hizo a un paciente que fue el primero que llegó, el piloto o copiloto.

¿Es en serio?

Han pasado 90 días y no lo hemos hecho. Nunca es tarde. Luego pedirle a la gente que esté lo más posible en sus casas y hacer un esfuerzo de nuestro presupuesto, de los ahorros nacionales, y subsidiar a la gente pobre. Darles víveres, no bonos ni plata. Y para repartir víveres usar al Ejército, a las Fuerzas Armadas, que saben llegar a todos los rincones del país y están preparados para eso. No toda la vida, hasta que dure esto. No sería solo para el ministro de Salud, sino para el gobierno en general.

Usted es un experto biólogo molecular, fue jefe del Instituto Nacional de Salud. ¿Por qué cree que no lo han llamado para combatir la pandemia?

El ministro de Salud tuvo la gentileza de convocarme públicamente en una de las primeras conferencias de prensa al saber que yo me oponía a algunas medidas, como la de las pruebas rápidas, pero eso quedó en una invitación retórica. Además, yo creo que soy más útil afuera que adentro. De esa manera puedo criticar sin que me boten (sonríe).

¿Tiene esperanza de que pronto podamos salir de esta situación?

Yo quisiera, por eso me gustaría mucho que se hagan estos giros de timón que estoy sugiriendo. Yo tengo más esperanza de que salgamos pronto si se aplica el giro de timón. Es evidente que lo que se ha hecho en tres meses no ha funcionado, entonces cuando no te funciona por tres meses cambia de método, pues. Insistir en lo mismo es de necios.

Muchas gracias doctor Bustamante, y ¿para cuándo cree que nos libraremos de este mal?

En dos años. En dos años tendremos la vacuna. Muchas gracias Óscar, un placer.


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