Un total de 562 técnicos en enfermería, entre hombres y mujeres, vienen cumpliendo una destacada labor durante la pandemia por el COVID-19, pues debido a las medidas de bioseguridad existentes, ellos deben sustituir temporalmente a los progenitores de los niños que llegan al Instituto Nacional de Salud del Niño, en Breña. Esto, debido a que muchas veces los padres no pueden permanecer al lado de sus hijos.
Una de ellas es Aidé Alonso, quien lleva 33 años en el instituto, la mayor parte de estos en la sala de operaciones. Actualmente labora en el servicio de Medicina A. Ella señala que los pacientes son parte de su vida y que la paciencia es su fortaleza, pues comprende al niño en su dolor o en desesperación por estar junto a sus padres. “Un abrazo y una palabra de agradecimiento es mi mayor recompensa”, expresa.
En el servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular se encuentra Rosario Huertas. “Los padres se encuentran con mucha congoja, temor e incertidumbre, pero aquí estamos nosotros para apoyarlos”, manifiesta Rosario, quien también lleva 33 años de servicio en el INSN.
“Sus familiares nos confían a sus hijos y la responsabilidad es más grande, sobre todo en estos momentos difíciles porque los niños extrañan a sus padres”, agrega.
Una labor clave
Según informó el INSN, la función de los técnicos de enfermería va ahora más allá de realizar diferentes procedimientos de limpieza, desinfección y esterilización de los pacientes e instrumento médicos.
“Tienen como misión preservar los altos niveles de calidad en la prestación de los servicios, brindan atención de emergencia y primeros auxilios, promueven hábitos saludables, proporcionan ayuda en los cuidados básicos de higiene, comodidad, movilización y alimentación”, explican.
A esto se suma que deben preparar a los pacientes para los exámenes de diagnósticos, haciendo uso uso adecuado de los equipos e instrumental médicos. También brindan apoyo administrativo en los trámites y en consultorios externos.