PERUANO QUE SE RESPETA. Siempre tuvo un amor especial por el prójimo. Ayudar a los demás la hacía muy feliz. Por eso no sorprendió que Edith Callomamani Callomamani (24) eligiera la carrera de enfermería. Pero sorprendió aún más cuando decidió emprender un programa ambientalista en la comunidad de Challacollo, distrito de Ácora, al sur de Puno, que busca erradicar la basura en sus calles. Hoy, esta jovencita, lidera el proyecto ‘La comunidad trabajando por la salud de la Pachamama’, que gestiona que haya tachos de basura en las viviendas y que un camión recolector recoja los residuos una vez al mes y por tanto esto genere un ambiente más saludable para todos sus vecinos. Conozcamos más sobre este solidaria y talentosa puneña.
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¿Dónde queda la comunidad de Challacollo?
De la ciudad de Puno a la comunidad, es algo más de 17 kilómetros.
¿Cuál es la actividad económica de esta comunidad?
Somos, principalmente, agricultores. Criamos vacas, ovejas, chanchos, gallinas y cuyes.
Explícame sobre el proyecto ‘Pachamama’
Yo trabajo en la ciudad, y siempre que volvía a visitar a mis padres en Challacollo notaba que había mucha basura en las calles, así que decidí gestionar con la municipalidad de Ácora la llegada del camión de basura, implementar tachos de basura en las casas y brindar asesoría a los pobladores sobre el manejo adecuado de los residuos sólidos y entiendan la importancia de mantener limpia la zona.
¿Desde cuándo el camión recolector de basura recorre la comunidad?
En diciembre del año pasado, llegó por primera vez el camión de basura a Challacollo. Aquí, viven, unas 60 familias y esto promueve un ambiente más saludable. Ahora sí da gusto vivir aquí, viendo todo tan limpio, hasta más ganas tengo de pastar mis animales.
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¿Cada cuánto tiempo pasa el camión de la basura?
Una vez al mes, sucede que gestionamos con la Municipalidad de Ácora que el camión pase en ese tiempo, ya que solo recorre zonas urbanas y no rurales. Ahora estamos coordinando para que circule dos veces al mes.
El problema de la basura no solo un problema de la comunidad, ¿cierto?
No, porque, este problema también afectaba a los pastizales y cultivos de la zona. Acá, tenemos vacas y ovejas recorriendo los pastizales y alimentándose de alfalfa, y se corría el riesgo que se alimenten de basura. Por eso ha sido muy importante el proyecto, no solo para la comunidad sino para los propios animales.
¿Algo más para agregar, respecto, a este problema?
Muchos ciudadanos arrojaban los residuos sólidos a los canales y cuencas, contaminando y afectando la salud de la población
Estudiar no te permite estar al tanto del proyecto, ¿cómo haces en ese caso?
Hemos conformado un comité de profesionales, que se han sumado a este lindo proyecto. Además tenemos el apoyo de los mismos comuneros que realizan monitoreo para que Challacollo sea ahora un lugar agradable y saludable para vivir.
¿Cuál es tu meta a futuro en la comunidad?
Tener un mejor control en los residuos sólidos, porque no solo se trata de llevar la basura a un solo punto para que el camión lo recoja, sino empezar a reciclar. Para esto, haremos capacitaciones y concientizar más a la población.
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En menos de siete meses, las calles ya se ven limpias en Challacollo…
Sí, al ver los resultados me he sentido con más ganas de seguir trabajando por mi comunidad. Ahora veo a los comuneros felices porque han mejorado no solo su salud física, sino también psicológica. Lo más importante para mí es que he logrado cambiarle el rostro a mi comunidad.
Tu familia debe estar orgullosa de ti…
Sí, mis padres están orgullosos. Ellos también me han ayudado en el proyecto. Mi mami me ayudó a organizar a las personas y repartir las mascarillas, mientras que mi papá me brindaba ideas para exponer mejor mis ideas. Hablar aimara me ayudo, en especial, con las personas de la tercera edad, que solo hablan este idioma, y no dominan el español.
Cuéntame sobre ti, ¿te dedicas a la agricultura?
Sí, desde niña, he sembrado y cosechado papa, oca, avena y quinua con mis padres. También me he encargado del proceso de fermentar el chuño y la tunta. Esto puede tardar hasta diez días. Si planeamos elaborar chuño, primero, hay que congelar la papa y luego pelarla. Si deseamos tunta, la descomposición se realiza dentro del agua. Todo este trabajo es muy complicado y te agota físicamente.
¿Ya estas por terminar tu carrera?
Estoy en el noveno ciclo de la carrera de Enfermería en la Universidad Nacional del Altiplano Puno con la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.
¿Cómo podemos ubicar el proyecto?
Estamos en Facebook (@EcoPachamama-Vida)