Hace casi ocho años, el 27 de enero del 2010, el cuerpo de Elizabeth Vásquez fue encontrado sin vida en la maletera de su camioneta, abandonada en un parque del distrito de Barranco. Su muerte conmocionó a sus padres y hermanos, pero sobre todo a su única hija, Elita Espino.
La policía comenzó a investigar el polémico asesinato. Habían varios móviles, y es que Elizabeth Vásquez había logrado amasar una fortuna que llegaba a los 15 millones de dólares durante su carrera como abogada y contadora pública.
Asimismo, era exesposa de Alejandro Espino, padre de Elita Espino y fiscal anticorrupción. Conocido por enfrentar la red Fujimori-Montesinos y al narcotraficante Fernando Zeballos, la antigua pareja de Elizabeth Vásquez tenía muchos enemigos. Sin embargo, finalmente ninguna de estas hipótesis era correcta.
Siete días después del velorio de Elizabeth Vásquez, donde Elita Espino se mostró conmocionada y embargada por el llanto, la policía detuvo a la joven por el asesinato de su madre. Acorralada por la evidencia, la parricida confesó haber planeado el crimen.
Según el testimonio de Elita Espino, cansada de que su madre no aceptara la relación con su enamorado, Fernando González Asenjo, decidió acabar con su vida. Es así que planeó el asesinato con su entonces pareja y su amigo Eduardo Cornejo.
Elita Espino relató en detalle lo que sucedió la noche del 27 de enero del 2010. Contó que hizo pasar a Cornejo y Gonzáles mientras Elizabeth Vásquez se estaba bañando. Al salir de la ducha, la víctima se dio cuenta de las intenciones de su hija e intentó buscar ayuda.
Es así que Gonzáles y Cornejo la golpearon en el cuerpo y cabeza para evitar que llegue a la puerta y pida auxilio. Según la trabajadora del hogar de la casa de Elita Espino, la encerraron en la cocina, por lo que no pudo acudir ante los gritos de la abogada. Asimismo, dijo que la joven asfixió a su madre con una almohada.
“Sí, nosotros la matamos. Estaba cansada de sus reglas, que haz esto, que haz lo otro, no te juntes con ese chico. Nadie le gustaba, nadie era perfecto, mientras ella podía hacer todo después de que se separó de papá”, dijo Elita Espino a la policía de la división de Homicidios.
Finalmente Elita Espino fue condenada a 30 años de prisión por parricidio. Sin embargo, esto aún no le da descanso y alivio a la familia de Elizabeth Vásquez. Y es que la joven viene reclamando la millonaria herencia de su madre y además, la de su abuelo, principal impulsor de su encarcelamiento.
Según Carlos Vásquez, hermano de Elizabeth Vásquez, Elita Espino puede cobrar ambas herencias, al menos en teoría. Sin embargo el padre de la víctima, el fallecido Don Ernesto Vásquez, interpuso una demanda para catalogarla como ‘indigna’ para ser heredera.
A pesar de lo indignante de su caso, el décimo juzgado civil de Lima, a cargo de la jueza Rita Gastañadui, aún no ha emitido una sentencia después de casi 8 años de puesta la denuncia por Don Ernesto Vásquez. Es así que si no se la declara como ‘indigna’, la joven parricida podría recibir varios millones en efectivo y bienes, consignó Día D.
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