Peruano que se respeta. En la plaza de armas de Santa Clara, en Ate, encontramos al ‘Tío don Manolete’, un abuelito bonachón y bien peruano que con sus canciones, bailes y ocurrencias alegra a los transeúntes que pasan por el lugar. Debajo de este jocoso personaje está el joven artista de 28 años, Óscar De la Cruz, quien, a pesar de la pandemia, no ha dejado de lado la carrera que lo apasiona. Hizo un alto en su show y habló con Trome.
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¿Cómo decides salir a las calles con tu arte?
Fue hace tres meses. Empezó como jugando en un mercado. Allí se me ocurrió ir y alegrar a las personas con mis ocurrencias.
¿Cautivaste al público?
Claro, les robé una sonrisa. Ese es mi objetivo y mi mejor pago.
¿En qué consiste tu show?
Muestro un poco del Perú. Toco instrumentos como la zampoña y la antara. Y en mi pequeño parlante pongo a todo volumen música andina, huaynitos ayacuchanos, carnavales cajamarquinos… No sabes cómo la gente aplaude y se olvida por un momento de sus preocupaciones.
Tu personaje es el ‘Tío don Manolete’, ¿cómo surge?
Durante la pandemia un municipio me llamó para ayudar en los mercados alternativos. Yo tenía que ordenar a las personas con mi ‘chispa’. Ahí se me ocurrió crear este personaje jocoso. Un abuelito bonachón y amante de sus raíces peruanas.
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¿Estás contento con él?
Sí, gracias a este personaje he podido seguir trabajando en pandemia. Sé que muchos artistas la han tenido difícil. Estoy agradecido por trabajar en lo que me gusta y apasiona.
¿Qué distritos has visitado con tu personaje?
He estado en San Martín de Porres, Ate y Huarochirí. Espero llegar a más lugares con mi buena vibra.
La gente se desestresa con tu show…
En estos momentos tan tensos y abrumadores, necesitamos música y color para fortalecernos y seguir luchando.
¿Desde siempre quisiste ser artista?
Primero estudié otras carreras, desde barman hasta logística. Pero en el arte encontré mi verdadera vocación. En 2011 empecé a estudiar teatro y luego seguí con otros cursos relacionados al arte.
La pandemia ha golpeado al arte…
El arte ha enfrentando muchos problemas y no ha parado, solo se ha reinventado. Ahora mis colegas ofrecen shows virtuales y siguen buscando maneras de llegar al público.
¿Dónde ven tus ocurrencias?
En las calles, tal vez en una plaza o afuera de un mercado. Pero también en mi Facebook (‘El Tío Don-Manolete’).
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