“El que siga robando le va a pasar LO MISMO” (sic). Así se leía en el mensaje, escrito en hoja de papel, que le dejaron a un hombre, al parecer extranjero, que fue asesinado y arrojado en una calle de Ate con una bolsa de plástico en la cabeza y una soguilla de unos cinco metros alrededor del cuello.
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La víctima, de unos 35 años, estaba de costado con parte del tórax hacia abajo y vestía una polera negra y un short plomo, además de medias y zapatillas. En el antebrazo derecho y la pierna izquierda tenía tatuajes en forma de estrella, así como otros escritos.
Los autores del crimen se ensañaron con él pues en la cabeza tenía una bolsa de plástico y alrededor una larga soguilla.
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Cerca del cuerpo, los serenos de Ate, que fueron los primeros en llegar, encontraron un mensaje escalofriante. Un papel con una amenaza dando a entender que la víctima podría haber sido un delincuente. Ello es materia de investigación.
A la víctima la hallaron a las tres de la madrugada a un lado de la calle Nueve de Diciembre, casi en el cruce con la avenida Pedro Ruiz Galló, urbanización San Roque, altura del kilómetro 8.5 de la Carretera Central.
“La zona es oscura, hay mucha delincuencia”, fue el comentario de varios vecinos que dijeron desconocer de donde lo bajaron o quiénes lo hicieron pues aseguraron no haber escuchado ruidos.
Sin embargo, por lo visto en la escena del crimen, los policías encargados del caso y peritos de Criminalística están convencidos que el cuerpo fue traído a ese lugar en un carro o mototaxi.
Al colocar uno de sus índices en un lector de huellas digitales conectado a la Reniec no salió nombre alguno por lo que se presume que podría tratarse de un extranjero.
“A las cuatro de la madrugada se escuchó de una pelea entre un grupo de venezolanos, que había ido a una fiesta, y otra mancha de sujetos. Se enfrentaron con todo lo que tenían hasta con palos con clavos. La pelea fue cerca del lugar del hallazgo”, dijo un vecino a la hora que el cadáver iba a ser llevado a la morgue.
En el mortuorio de Lima se realizará la necropsia de ley a fin de saber la verdadera causa de la muerte.
Policías del Depincri Ate investigan si el occiso se trataría de un delincuente o si el mensaje fue colocado para despistar a las autoridades.
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