
En la cuadra 6 del jirón Parinacochas, en pleno barrio de El Porvenir, en el distrito de La Victoria todo se detiene cuando se juega el Mundialito. El asfalto se convierte en cancha, los balcones se transforman en palcos VIP —algunos llegan a ser alquilados hasta por 4 mil soles y el ingreso para acceder a las tribunas alrededor de la cancha cuesta 50 soles— y el aroma a anticuchos, cebiche, chancho a la caja china invade el ambiente. El torneo no es solo un evento deportivo: es parte del folclore del fútbol nacional.

Este año, sin embargo, el torneo se suspendió debido a una agresión durante las semifinales del campeonato entre los equipos Santo Domingo La Pólvora y Purito Porvenir. Las autoridades, alegando razones de seguridad, decidieron cancelar el torneo. La noticia cayó como un baldazo de agua fría entre vecinos y jugadores, que ya esperaban con ansias esta fiesta popular.

Una tradición que nació en la clandestinidad
El Mundialito de El Porvenir comenzó en los años 50, cuando Emilio y Mario Chávez, junto a Jorge Falla Martínez, decidieron organizar un campeonato inspirado en el Mundial de Brasil 1950. En esa época, jugar fútbol en la vía pública estaba prohibido por el régimen de Manuel A. Odría, así que los partidos se hacían a escondidas, con vecinos alertando a los jugadores ante la llegada de la policía con silbatos y señales.

Lo que empezó como una rebeldía terminó convirtiéndose en tradición. En 1960, el torneo fue reconocido oficialmente, y desde entonces ha crecido hasta convertirse en un símbolo del deporte urbano limeño.
Más que un torneo, una fiesta de barrio
Cada edición del Mundialito reúne a equipos de diferentes partes de Lima y a cientos de vecinos que, año tras año, se dan cita para alentar, comer, reencontrarse. Los alrededores de la cancha se llenan de puestos de comida, sillas, parlantes y banderolas. Los partidos se juegan bajo reglas callejeras: cinco jugadores por lado, sin césped ni arcos reglamentarios, pero con mucho corazón. El formato incluye fases clasificatorias previas. A la jornada final llegan 14 equipos, que se suman al campeón del año anterior.

Cuna de grandes futbolistas
El Mundialito también ha sido semillero de figuras del fútbol peruano. Hugo Sotil, Teófilo Cubillas y Julio Baylón participaron en 1966 con el equipo Laboratorios Drowa. Más adelante, también jugaron ahí Waldir Sáenz, Hilden Salas, entre otros.
El Mundialito volverá
Aunque este año, el Mundialito se suspendió, nadie duda de que el torneo regresará con fuerza. Porque no es solo fútbol: es historia viva, es barrio, es identidad.