Luego que la pobreza monetaria en el Perú alcanzara al 30.1% de la población en el 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que se sigue revirtiendo el impacto de la pandemia del COVID-19, ya que esa cifra retrocedió ocho puntos porcentuales y se situó en 22.1% al cierre del año pasado.
Pese a esta cifra, la entidad internacional señaló en su informe que aún se sigue por encima de los niveles previos a la pandemia (20.2%).
“La pobreza aumentó significativamente en 2020 y aún se sitúa por en encima de los niveles previos a la pandemia, pese a cierta mejora en 2021″, precisó
Actividad económica se recupera
Asimismo, el organismo internacional sostuvo que, en 2021, la actividad económica peruana se recuperó con fuerza de la desaceleración más profunda sufrida en décadas.
“Las contundentes políticas de respuesta desplegadas en 2020 contribuyeron a mitigar el impacto de la pandemia y sentaron las condiciones para una rápida recuperación”, mencionó el FMI
Agregó que los avances en la campaña de vacunación permitieron levantar gradualmente las restricciones de movilidad relacionadas con el COVID-19.
Además, que el Producto Bruto Interno (PBI) aumentó 13.3% el año pasado, respaldado por una vigorosa demanda externa, términos de intercambio favorables y una demanda interna reprimida.
Crecimiento se desaceleraría
El Fondo Monetario Internacional refirió que las perspectivas económicas están rodeadas de gran incertidumbre y los riesgos se inclinan a la baja.
“Se prevé que el crecimiento se desacelere a 3% en 2022 a medida que las condiciones externas se tornen más restrictivas y que se repliegue el estímulo mediante políticas”, acotó.
En ese sentido, explicó que los riesgos externos derivados de las tensiones geopolíticas actuales, un marcado endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, la persistencia de los trastornos de las cadenas de abastecimiento mundiales y una desaceleración abrupta del crecimiento en China, el principal socio comercial de Perú, podrían frenar el crecimiento.
En el plano interno, nuevos brotes de COVID-19 podrían conducir al restablecimiento de medidas de contención, en tanto que la incertidumbre política y los trastornos sociales podrían empañar la inversión privada.
“Las presiones inflacionarias podrían resultar más persistentes y requerir un endurecimiento más rápido de la política monetaria. Un avance más veloz en materia de contención de la pandemia, a nivel tanto nacional como internacional, y una moderación de la incertidumbre política podrían producir sorpresas positivas”, puntualizó.
Amortiguadores macroeconómicos
Sin embargo, el FMI detalló que la gran solidez de los marcos de política y los amortiguadores macroeconómicos de Perú, complementada por un acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) que llega a su fin el 27 de mayo, contribuirán a proteger a la economía de los riesgos a la baja.
“La solidez de las cuentas externa y fiscal, la idoneidad de la cobertura de las reservas, el acceso a los mercados internacionales de capital, el bajo nivel de la deuda pública y la resiliencia del sector financiero le ofrecen a Perú amplios márgenes de protección frente a shocks adversos”, concluyó.