La pandemia impulsó la búsqueda de casas en el campo cerca de Lima, un fuerte competidor que se enfrenta a las acostumbradas casas de playa, como una opción para quienes tienen la necesidad de contar con un espacio de recreación para sus familias.
Mientras que Cieneguilla, Pachacamac y Chaclacayo son zonas de alta demanda para inmuebles de campo; Asia, Punta Hermosa y San Bartolo concentran la oferta de residencias cerca al mar.
Estilo de vida citadina pero cerca de la naturaleza
En ambos casos, las personas que buscan una segunda vivienda se interesan por terrenos en zonas privilegiadas donde se mantenga un estilo de vida muy similar al citadino, con la ventaja de estar cerca de la naturaleza y en un ambiente con menor contaminación.
Los clientes que demandan una vivienda de este tipo son familias que valoran desconectarse, empresarios y profesionales que viven en la velocidad de la ciudad y valoran el balance entre trabajo y familia.
Estás personas buscan un espacio fuera de Lima para disfrutar de un mejor clima, un aire más limpio, pasar tiempo en familia e incluso mudarse por temporadas cortas, aprovechando la posibilidad de trabajar de forma remota, por lo que sus decisiones de compra son cada vez más evaluadas a conciencia y consideran la adquisición de la propiedad como una inversión.
Compra, alquiler y demanda
De acuerdo con datos de Tinsa Perú, una casa de playa puede costar hasta US$ 500 mil. Y si se desea comprar el inmueble con fines de inversión y que se pueda rentar con frecuencia, se debería invertir entre 150 mil y 200 mil dólares.
Por su parte, la Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios calcula que la demanda para el alquiler de casas de campo es ahora de un 50% adicional de lo que habitualmente era antes de la pandemia.
Consultado al respecto, el especialista David Herrera sostiene que “si bien las casas de playa tienen ocupabilidad llena en verano, las casas de campo suelen tener una demanda estable durante todo el año principalmente por el clima cálido”.
Oportunidad de inversión
Es así que adquirir terrenos y casas de campo es una oportunidad de inversión para quienes buscan revalorizar y revender sus inmuebles u obtener ingresos por alquiler, ya que una casa en Cieneguilla, por ejemplo, podría oscilar su arrendamiento entre los 200 y US$ 300 la noche.
Y si el terreno de campo está frente a un club privado, su precio dependerá de la ubicación, la vista, el tamaño del terreno y la forma de pago. “Ubicarse frente a un club genera el beneficio de exclusividad que no tienen otros condominios, y que en el futuro se traduce en un mayor valor de las propiedades”, explica Herrera.
Es decir, comprar un terreno entre los 500 y 900 mt2, con una inversión promedio de US$ 50 mil y, por decir, cerca al Cieneguilla Country Club, los propietarios tendrán la posibilidad de alquilar su casa de campo a los 1300 afiliados a dicho club.
“Invertir en un terreno ubicado frente a un club privado para luego construir una vivienda, ofrece la ventaja de utilizar las instalaciones del centro de esparcimiento y hospedarse en bungalows, glamping y camping, y así sacar provecho a la inversión incluso antes de edificar una casa”, acota el también gerente general del Grupo Norte, David Herrera.