La empresa petrolera Repsol reiteró su compromiso “para remediar los daños que el derrame de petróleo en el litoral peruano ha provocado a las comunidades de la zona” desde el pasado 15 de enero y también señaló que seguirán apoyando a los afectados “hasta que las playas y el mar se encuentren aptos para el desarrollo de sus diversas actividades productivas”.
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Mientras los pescadores y comerciantes perjudicados aún esperan una compensación económica -que anunció el Gobierno-, Jaime Fernández-Cuesta, presidente de Repsol, indicó que la compañía petrolera viene dando soporte a más de 3,374 personas, agrupadas en 46 colectivos de pescadores y comerciantes de Chancay, Ancón, Santa Rosa y Ventanilla.
“Las modalidades de soporte, así como la periodicidad en las entregas, han sido previamente acordadas con estas comunidades”, señaló en un comunicado.
Agregó que en coordinación con la población afectada, se está desarrollando planes de apoyo a medio y largo plazo.
Avance en limpieza
Fernández-Cuesta presentó el plan para las labores de rehabilitación que la compañía llevará a cabo en las distintas zonas afectadas por el derrame del buque Mare Doricum.
Según el ejecutivo, la limpieza del litoral ya presenta un 79% de avance y ahora la compañía desarrollará de manera progresiva una serie de actuaciones “con el objetivo de devolver al mar peruano a su estado natural”.
“La limpieza de la superficie del mar se completará esta semana. A finales de febrero, las labores en las playas con mejor accesibilidad estarán concluidas, mientras que en zonas de difícil acceso (acantilados rocosos) se extenderán hasta marzo”, precisó.
En relación con la situación en el mar, la empresa Lamor, líder mundial en labores de limpieza y remediación de derrames, ha elaborado un informe según el cual se habría recogido, a día 15 de febrero, un 97,9% del producto derramado, que se encontraba en mar y tierra, por eso ya no existirían residuos en el fondo del mar.
De acuerdo con la legislación peruana vigente, la finalización de las actividades de limpieza se comunicará a la Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para su validación. Después de que la autoridad competente verifique que se han alcanzado los criterios establecidos, se realizarán los muestreos y análisis correspondientes, mediante los cuales definirán las zonas que requieran ser sometidas a un Plan de Rehabilitación.
La empresa petrolera manifestó que, en esta última fase de limpieza en las playas, se viene aplicando la metodología SCAT, una técnica internacionalmente reconocida de evaluación del litoral, que busca determinar las mejores prácticas para cada lugar en función de las características del terreno.
Añadió que dependiendo de las características de las zonas del litoral donde sea necesario aplicar estos planes, se utilizará un abanico de técnicas siguiendo los más altos estándares internacionales, como son la biorremediación, remediación mecánica, estabilización mineral o diferentes tipos de lavado.
También puntualizó que durante la fase de rehabilitación se continuará con la evaluación de los impactos ambientales y sociales en las áreas afectadas por el derrame.