Para decir que una empresa está financieramente sana, los números deben estar en azul o, por lo menos, tener una deuda controlada, y para ello es fundamental tener en claro cuáles son los costos fijos y variables. Así evitarás pérdidas que posteriormente puedes lamentar.
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Otro punto a tener en cuenta es que al saber estos conceptos con claridad, podrás optimizar todo tipo de gasto. Así, se gestionarán de manera responsable los costes.
También se le conocen como costos indirectos, ya que son aquellos gastos que debes asumir para tu empresa, independientemente o no de que ya estés produciendo ganancia. Son aquellos que siempre las tendrás que asumir.
Son gastos de vital importancia, porque con ello se calcula el capital de financiamiento de una empresa pequeña, mediana o grande, ya sea para comenzar con el emprendimiento, o ya esté en funcionamiento.
Tal como su nombre lo indica son costes que están ligados a la productividad que arroja una empresa. Si el nivel de producción es alto, los costos serán proporcionales. Sin embargo, si la productividad es baja, el costo también disminuye.
Para resumir, los costos fijos no dependen del volumen de producción, mientras que los variables sí. Un ejemplo:
El agua, el hilo, el cuero en un taller son costos variables, ya que la cantidad a gastar dependerá de la productividad. Por su parte, el alquiler, los seguros e impuestos siempre los tendrás que asumir, por lo que son costos fijos.
De esta manera, ya sabes qué significan estos términos, ya seas un emprendedor que busca ganancia diaria o una persona que ya tiene experiencia, pero que siempre deben recordar conceptos clave.
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