Los jóvenes fueron uno de los grupos más afectados por el impacto económico de la pandemia del COVID-19 en el 2020. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 24% de jóvenes menores de 25 años dejó de ser población económicamente activa durante el año pasado en el Perú, a diferencia de otros grupos edad, como los menores de 44 años, que cayó en 14%.
“La pandemia ha evidenciado aún más las brechas que existen en empleabilidad, perjudicando a las poblaciones más vulnerables. Por ejemplo, en el caso de las mujeres, el 23% dejó de ser población económicamente activa en 2020, casi el 50% más que los hombres (12%)”, comentó María José Gómez, directora de la Fundación Forge.
Además, la disminución de empleos formales en los jóvenes descendió con mayor intensidad en 33.2% (124,300), seguido del grupo de 25 a 44 años de edad con 21.6% (518,100) y de los que tienen de 45 y más años de edad en 15.5% (259,300).
De acuerdo a Gómez, cerca de 400,000 jóvenes a nivel nacional terminan la secundaria al año. De estos, la mayoría (90%) opta por conseguir un puesto de trabajo y solo el 5% encuentra un empleo formal, mientras que un 20% se convierte en ninis y el resto va a empleos informales.
“Empezamos el 2020 con un 6.1% de desempleo y lo terminamos con más del doble (15.1%). Para este año, una de las tareas de la reactivación económica es la disminución del desempleo, especialmente el juvenil. Necesitamos más programas y proyectos que sirvan de puente entre las y los jóvenes que buscan un empleo, y las vacantes de las grandes empresas”, apuntó la ejecutiva.