Oro, incienso y mirra fueron los regalos que los Reyes Magos, llevaron al Niño Jesús como homenaje por su nacimiento. De acuerdo con el Evangelio de Mateo y la tradición de la Iglesia se trata de tres magos de Oriente que guiados por una estrella llegaron ante el hijo de Dios para rendirle honores y entregarle obsequios de una gran riqueza simbólica.
Cada regalo tiene una simbología particular. El oro, entregado por Melchor, es el símbolo del Rey, es una forma de reconocer a Jesús como el Rey de Reyes. El incienso, obsequiado por Gaspar, es símbolo de Dios, ya que esta preparación era un aroma que se ofrecía a la divinidad. La mirra, entregada por Baltasar, representa a Dios como hombre, ya que ese material se empleaba para embalsamar a los muertos era una forma de reconocer la vulnerabilidad de Jesús.
Sobre la tercera ofrenda que le hicieron los Reyes Magos al Niño Jesus, la mirra, existe todo un misterio, principalmente porque la mayoría de las personas reconocen los dos primeros presentes, pero ¿qué es y para qué sirve el regalo de Baltasar?
¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE LA MIRRA?
La mirra es una sustancia resinosa aromática de color ambarino rojizo y un potente sabor amargo que se obtiene de la resina del Commiphora myrrha, un árbol que crece en el noreste de África, Arabia y Turquía y que exuda esta sustancia de forma natural.
Este producto fue muy preciado y valioso en la antigüedad debido a sus múltiples usos. Luego de un tratamiento adecuado era utilizado en la elaboración perfumes, ungüentos y medicinas. Asimismo, esta resina era empleada como ungüento base para embalsamar cadáveres.
En la época del Imperio romano, la usaban como anestésico para los moribundos o los condenados a muerte, y se solía dar mezclada con vino. Por otro lado, debido a sus numerosas propiedades medicinales era utilizada para tratar la ronquera, la disentería y como antiparasitario. Dioscórides menciona en su tratado ‘De materia médica’ que la mirra tiene algunas propiedades abortivas, por lo que no suele recomendarse consumirla durante el embarazo.
EL MISTERIO DE LA MIRRA
Pero lo curioso del regalo va más allá de su composición o sus usos, se trata del motivo por el que Baltasar decidió llevar esta sustancia como regalo para el que consideraba el rey y salvador de la humanidad.
De acuerdo a algunas interpretaciones, el sabor amargo de la resina es un adelanto de los duros momentos que tiene que atravesar el Mesías antes de volver con su padre. Asimismo, relacionan su uso en el embalsamamiento de cadáveres con una manera de recordarle que era un hombre y al igual que los demás, podía morir.
Aunque, también es posible que todo eso sean simples suposiciones y que el obsequio de Baltasar no tuviera más significado allá del propio valor de la resina.