El domingo 10 de mayo se celebra el Día de la Madre en casi todo América Latina, a excepción de México, Guatemala y El Salvador, países que celebran días antes, pero también en mayo. Esta emotiva fecha llena de rosas, agradecimientos y más tiene el nombre de una mujer e hija que pidió un día para recordar a su madre muerta.
Se trata de Anna Jarvis, una estadounidense a quien en 1905 le nació iniciar una campaña a favor del “Día de las Madres”.
Pasaron seis años (1911) para que varias ciudades de Estados Unidos reconozcan la fecha y empezaran el día festivo. Finalmente se adoptó por el segundo domingo mayo, un feriado donde se rinda homenaje a las madres.
Lucha por evitar que sea un día comercial
Sin embargo, lo que inició siendo una ilusión para Jarvis terminó convirtiéndose en un pesadilla. Sin querer, la historia de esta hija les dio a los comerciantes el guión perfecto para impulsar las ventas en este día.
La autora de “La Conmemoración de la maternidad: Anna Jarvis y la lucha por el control del Día de la Madre”, Katharine Lane Antolini, señala que Jarvis esperaba que este sea un día sagrado y se consideraba la dueña de dicha fecha.
"No esperaba que se convirtiera en un día para dar regalos costosos”, señaló la investigadora en una entrevista a la BBC en el 2019.
Es así que Jarvis empieza una campaña para boicotear al fecha que ella misma creó. Según Lane Antolini, la activista empezó a hacer protestas en contra de las florerías y empresas que lucraban con la fecha.
Anna Jarvis falleció en 1948 y antes de su muerte confesó a una periodista que estaba arrepentida de haber creado este día.