Asaltos a mano armada, secuestros, agresiones y otros actos violentos ocurren todos los días en las calles. Para el psiquiatra Carlos Bromley, experto en salud mental, todo lo que estamos viviendo nos está ocasionando un sentimiento de frustración, pues “se nos está recortando nuestra libertad por el temor a salir y sin este elemento, la felicidad desaparece de nuestras vidas”.
Agregó que nadie puede ser feliz si se siente con las ‘alas cortadas’. “La libertad es un ingrediente esencial para ser felices y con esta violencia que se vive, muchos preferimos quedarnos en casa, asegurarnos, encerrarnos. Prácticamente, aislarnos”, precisó a Trome.
Indicó que la frustración, que estamos almacenando en nuestro interior, tiene como válvula de escape reacciones inapropiadas llenas de ira contra nuestro prójimo. Añadió que el estrés que genera la inseguridad definitivamente nos torna violentos.
“Somos agresivos con el vecino, con los hijos, con la esposa, es toda una cadena que desata más violencia”, agregó.
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