Una alerta para los padres de familia. Las fiestas denominadas ‘peras malogradas’, en las que adolescentes consumen alcohol y drogas y tienen sexo sin control, se están extendiendo por todos el país, y pueden acabar en muerte.
La violación de la quinceañera, que luego murió por las graves lesiones causadas por Julio Campos Aguilar (18) y Jhon Castro Tenorio (19), en Ayacucho, habría ocurrido en una de estas reuniones, que se convocan por las redes sociales.
“En este caso se presentan todos los factores: un adolescente viviendo en una casa junto a su hermana también menor, sin ningún control de los padres, con disposición de dinero y acceso a alcohol y drogas. Se reúnen en grupos de 8 y 10 adolescentes como máximo. En ese contexto qué se puede esperar que les pase a estos chicos”, sostuvo el psicólogo de Cedro, Jorge Arnao.
Agregó que, a diferencia de las ya conocidas ‘fiestas semáforo’, ‘arcoíris’ o ‘Candy’, este tipo de reuniones tiene como finalidad sostener relaciones íntimas. “Vemos que estos escolares, además, graban los encuentros sexuales con sus celulares para luego difundirlos a través de Internet”, señaló.
EL MENSAJE
Anotó que el mensaje que deja este tipo de hechos es que hay un problema estructural en la sociedad peruana y la violencia con la que se está conviviendo no es algo normal.
“Cada día las familias están cumpliendo menos su rol. No puede ser que un chico haga su vida sin la tutoría del padre y de la madre porque ambos trabajan. Ellos tienen derecho a trabajar, pero el hijo también tiene derecho a ser criado”, indicó.
TENGA EN CUENTA
Según encuesta de Cedro:
Ocho de cada 10 adolescentes, de 12 y 17 años, saben que es riesgoso comunicarse con personas desconocidas, pero lo hacen para ganar amistades y popularidad.
La encuesta, realizada a más de 2 mil 500 adolescentes en Lima y otras ocho regiones del país, determina que los menores prefieren las redes (Facebook, Snapchat y otros) para exponer sus ideas y mostrar su físico.
En el caso de los varones, las utilizan principalmente con fines de entretenimiento, y crear ‘memes’ para hacer ciberbullying a sus compañeros.
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