Las visitas constantes de los bañistas a las playas durante el verano suelen relacionarse con el aumento de la contaminación en estas áreas; sin embargo, no es exclusivo de esta época. Durante la pandemia de COVID-19, un grupo de investigadores decidió analizar los patrones de contaminación en las playas de la Costa Verde y halló hasta ocho tipos de contaminantes.

De acuerdo con la investigación, los residuos plásticos fueron los que más se hallaron. “La categoría con mayor representatividad de unidades de residuos sólidos fue el plástico con un 67%, seguido del papel con 11% y la madera con un 8%”, detalla Daniel Barona Narváez, docente de Biología Marina en la Universidad Científica del Sur y coautor del estudio.

El estudio fue realizado en noviembre de 2021, durante la pandemia por COVID-19 y fue en la revista South Sustainability de la Universidad Científica del Sur.

¿QUÉ PLAYAS FUERON ANALIZADAS?

La investigación abarcó tres playas importantes de la Costa Verde: Yuyos, ubicada en Barranco; Punta Roquitas, ubicada en Miraflores; Makaha, ubicada en Miraflores; y la playa Pescadores, ubicada en Chorrillos.

Para el estudio, los investigadores utilizaron el método de barrido en las playas de la Costa Verde. “El método consiste en establecer un área determinada. Nosotros tomamos punto desde la marea más alta hasta la zona de la berma, donde finaliza la playa y recolectamos todos los residuos presentes en la superficie. Lo encontrado se categorizó según el tipo de residuo encontrado y el material identificado”, explica Barona.

TIPOS DE RESIDUOS ENCONTRADOS

Los residuos estudiados se dividieron en ocho categorías: papel, vidrio, tela, madera, metal, hule o goma y otros. Cada una de estas incluyó sus propias subcategorías. “Para definir las subcategorías, nos basamos en la guía de campo de las Naciones Unidas relacionada al tema de residuos en el medio ambiente general”, precisa el biólogo marino.

A diferencia de las otras playas analizadas, los investigadores detectaron una particularidad en Punta Roquitas. “En esta playa se encontró mayor cantidad de residuos de vidrio, lo que se asocia con la actividad antropogénica directa. En playas como Yuyos y Makaha los bañistas llevan comida y cosas personales. En Punta Roquitas, el uso está más relacionado al surf. Se encontraron también residuos plásticos, pero en menor medida, así como colillas de cigarros”, señala.

Otro hallazgo importante fueron los desechos de productos sanitarios relacionados a la pandemia. “Encontramos residuos como mascarillas y materiales que se utilizaban para la protección de la COVID-19. El problema de esos materiales es que no son tan fáciles de degradarse en estado natural y han representado un riesgo de contagio para las personas que tuvieron contacto directo con ellos, probablemente de forma casual, pero han representado un riesgo sanitario importante”, advierte Barona.

Si bien el estudio se realizó en la época de pandemia, en la que existían restricciones para entrar a las playas, los desechos fueron encontrados en una amplia cantidad. “Los residuos hallados dan cuenta del tiempo que los desechos permanecen en las playas y que son arrastrados por las corrientes marinas y que no solo datan de días previos, sino de meses y hasta años”, puntualiza.

RECOMENDACIONES FRENTE A LA CONTAMINACIÓN DE LAS PLAYAS

En base a los hallazgos del estudio, los investigadores consideran que deben tomarse medidas a largo plazo para solucionar la problemática ambiental. “La limpieza de las playas es una buena medida, pero de corto plazo, porque soluciona el problema en ese momento. El problema de mediano y largo plazo es la emisión de residuos a nivel global. Muchos de los desechos que se encuentran en las playas no se originan ahí, sino que provienen de otros lugares”, explica el investigador.

“Se deben realizar campañas de concientización graduales, en la población general, desde las gestiones municipales y campañas de limpieza de forma frecuente, a una escala mayor y a un plazo más grande. Otro aspecto importante es el uso de ciertos componentes, como el plástico. Es importante reemplazar su uso por materiales como el cartón, que se descomponen con mayor facilidad”, añade.

El experto recomienda continuar investigando los residuos en playas para monitorear su estado durante todo el año. “Con el retorno a las actividades normales, se hace necesario continuar los estudios para identificar cómo se encuentran las playas actualmente”, finaliza.

Por otro lado, Nathaly Vargas, decana de la carrera de Biología Marina e Ingeniería Acuícola de la Universidad Científica del Sur, resaltó la necesidad de que las universidades impulsen la gestión ambiental en múltiples dimensiones, desde la formación académica de los futuros profesionales hasta la consecución de un entorno sostenible.

la especialista señala que la sostenibilidad es un eje estratégico de la universidad. Por ello, además de impulsar la investigación que crea conocimiento para las soluciones de los principales problemas medioambientales del país, como el impacto de la contaminación en las playas, también creemos que es prioritario la formación de la conciencia ambiental.

“En ese contexto, contamos con un programa de voluntariado conformado por estudiantes y docentes, quienes trabajan de la mano con las autoridades, sociedad civil y comunidad, para realizar a lo largo del año campañas de sensibilización y de limpieza de playas, talleres interactivos de ecosistemas marinos, atención de emergencias, entre otros, con el único objetivo de contribuir en la conservación del mar peruano y las especies marinas”, refiere.

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