
A la emergencia pediátrica llegan casos de maltrato infantil. Estos se manifiestan de diferentes formas, como negligencia de los padres, abuso sexual o explotación laboral, y se presentan con algún tipo de fractura o traumatismo encefalocraneano, así como cuadros severos de depresión.
Los médicos pediatras de emergencia estamos obligados a denunciar estos casos ante la más leve sospecha. Por eso todo hospital tiene una oficina de Mamis (Módulo de atención al maltrato infantil), que se encarga de investigar.

En las indagaciones intervienen psiquiatras infantiles, psicólogos y expertos del servicio social, quienes hacen la denuncia fiscal cuando el caso lo amerita. Primero está la vida del niño. Algunas veces encontramos padres que no desean hospitalizar al menor, estando este delicado de salud.
Se les explica la seriedad del caso y se llega a convencerlos de que el chico permanezca en el hospital hasta su recuperación.
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