Aún no están vacunados pero no les importaba correr el riesgo de contagiarse de coronavirus. Cerca de 400 jóvenes –entre 18 y 30 años- que no respetaban el distanciamiento y tampoco usaban mascarillas y que bailaban al son de una orquesta fueron intervenidos en un restobar clandestino en el Callao mientras que a otras 60 personas las detuvieron en un local en San Martín de Porres.
La primera intervención se realizó en un inmueble ubicado en la cuadra 28 de la avenida Tomas Valle, del Callao. Los serenos y policías llegaron hasta este lugar alertados por una llamada de los vecinos donde encontraron a 300 personas.
Ante la presencia de las autoridades, un grupo de los asistentes salió despavorido para evitar terminar en la comisaría mientras que el los demás clientes que no pudieron huir fueron trasladados a la sede policial del sector. La comuna clausuró el local que no tenía licencia de funcionamiento.
Similar operación ocurrió cuando fiscalizadores y agentes policiales intervinieron en un restobar situado en la esquina de las avenidas Antúnez de Mayolo y Alcides Vigo, en San Martín de Porres, donde encontraron a 60 personas en plena celebración.
“Se estaba desarrollando una actividad clandestina. Violaban las disposiciones legales. Saben perfectamente que están prohibidas las aglomeraciones. Todos van a ser multados y el local será clausurado”, refirió uno de los fiscalizadores al noticiero Edición Sabatina.