De acuerdo con el médico intensivista de EsSalud, Miguel Espinoza, el ventilador mecánico ayuda a que el pulmón de un paciente pueda estar oxigenado constantemente.(GEC)
De acuerdo con el médico intensivista de EsSalud, Miguel Espinoza, el ventilador mecánico ayuda a que el pulmón de un paciente pueda estar oxigenado constantemente.(GEC)

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La pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) ha ocasionado que a la fecha se registre más de 27 mil infectados en todo el país. De este número, unas 3,632 personas se encuentran hospitalizados, de los cuales 554 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ventilación mecánica luchando por sobrevivir.

Sin embargo, gracias al trabajo de los médicos intensivistas y a la tecnología, muchas personas que han estado conectados a este equipo han logrado superar al COVID-19. María Cristina Ruiz (25) es una de ella, quien comentó la difícil situación que pasó.

“Yo tengo 25 años y en todo el tiempo que he estado dormida, he pasado por todo lo bueno y lo malo. Te da una segunda oportunidad de hacer las cosas. Cuando me enteré, no sabía si iba a regresar a mi casa”, sostuvo para Cuarto Poder.

De acuerdo con el médico intensivista de EsSalud, Miguel Espinoza, el ventilador mecánico ayuda a que el pulmón de un paciente pueda estar oxigenado constantemente. “Es como una persona que se agita al correr, en este caso, sin necesidad de hacer alguna actividad física, te falta el aire”, explicó.

El ventilador mecánico permite tener un control. Es un aparato complejo, porque el pulmón es complejo, pero en ese momento el intensivista debe evaluar la fisiología para ver cuánto le pone, cuánta presión positiva requiere para que el pulmón se mantenga inflado y después evaluarlo”, detalló para el citado medio.

María Cristina Ruiz agradeció a los doctores que la ayudaron a recuperarse de la enfermedad, debido a que para ella, en un inicio, fue una incertidumbre saber si iba a retornar a su vivienda. Al retirarse del Hospital Edgardo Rebagliati Martins fue despedida entre aplausos. “Cuídense, por favor, es muy complicado todo esto, vivir así no quisiera que nadie pase por esto”, agregó.

Otro testimonio de sobrevivencia fue el de Luis Herrera, quien también estuvo en UCI y luego de varios días fue dado de alta. “No sé qué fecha desperté. Cuando abrí mis ojos, veía el techo de varios colores, pero no sabía qué día, qué hora era, he estado pendiente para estar bien. No se lo deseo a nadie, causa dolor ver a otras personas internadas”, comentó.

El médico intensivista de EsSalud, Miguel Espinoza, sostuvo que un paciente en UCI también requiere, en algunos casos, medicamentos para la ansiedad, debido a que es difícil para ellos estar con diversos aparatos en el cuerpo.

Todo el tiempo que ha estado sedado, es un tiempo que no va a tener recuerdo ni conciencia, cuando se despierta va a sentir una agitación y encima con la capacidad de no poder comunicarse. Por eso, también aplicamos otros medicamentos para la ansiedad”, resaltó.

El Minsa indicó que a la fecha hay 719 cama UCI, de las cuales 554 están siendo usadas por pacientes con COVID-19 y solo hay disponibles 165.

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