Incómoda. Así se mostró una vecina del distrito de por la costumbre que ha acogido una familia evangélica del barrio, que día a día realizan sus alabanzas en el balcón de su casa, con micrófonos, parlantes y hasta instrumentos en vivo, en pleno toque de queda decretado para frenar el avance del

“La bulla es muy estridente, es muy alta. Están con microfonos, con parlantes, tienen los instrumentos y los instrumentos también tienen parlantes”, denunció a 24 Horas una vecina que prefirió ser no identificada.

Asimismo, contó que la familia en cuestión, compuesta por al menos cinco miembros, llamó a los vecinos del barrio para que se acerquen a su casa para entregarles biblias, lo que está prohibido por el Estado de Emergencia.

La denunciante contó que tiene un niño pequeño que no puede dormir por el estruendo y que no pueden imponer su credo a los demas. “También es un horario en el que no puedes salir a decirles que no lo hagan”, dijo al referido medio.

La reportera de 24 Horas le preguntó a un vecino de la zona si también le molestaban las expresiones religosas de la familia crisitiana, a lo que reaccionó mal. “Su pregunta es estúpida, las manifestaciones de fe deben ser toleradas”, aseguró.

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