Por: Oscar Torres
Somos primeros en el mundo en tasa de mortalidad y sextos en contagios. En muchos casos, el virus está sacando lo peor de nosotros. Por tal motivo, Trome conversó con el destacado médico psiquiatra, doctor Martín Nizama.
Doctor Nizama, ¿qué sensación le produce ver a mujeres y hombres bailando y bebiendo licor sobre los nichos en plena pandemia?
Indignación por la evidencia de irresponsabilidad, de ignorancia, o sea, falta de civismo, que son producto de una carencia de educación. Esto nos señala que estamos muy atrasados en el aspecto del desarrollo cultural.
Gente de toda clase social hace fiestas sin mascarillas, no se respeta el distanciamiento. ¿Por qué esa actitud sabiendo los peligros que hay?
Porque estamos en una sociedad hedonista que prioriza el placer sobre la vida. Lo cual es funesto porque primero me divierto y después muero. Eso refleja inconciencia de lo que es el futuro.
Veo que eso pasa no solo en el Perú, sino en otros países del mundo, pero mucha gente en general ¿por qué tiende a desacatar la ley?
Porque no hay una cultura de respeto a las normas, respeto al prójimo, entonces esa incultura se traduce en transgresiones de tipo psicopático, o sea, la sociedad se está psicopatizando.
La cuarentena ha sido un golpe muy duro, incluso muchos han perdido sus trabajos. ¿De qué manera eso afecta la salud mental?
Genera angustia. Las limitaciones económicas originan privaciones, carencias, necesidades. Esto lleva al estrés y la gente muchas veces entra en la desesperación, depresión, desesperanza y en la pérdida de lo que se llama el horizonte de futuridad.
Usted es un reconocido psiquiatra, ¿le parece que el gobierno ha actuado bien en medio de toda esta crisis?
La cuestión política, lamentablemente buena o mala, tiene una respuesta social muy pobre. Así venga el presidente de Inglaterra, del primer mundo, fracasaría acá porque el problema es que la población tiene muy pobre respuesta cívica, y sobre todo social, de respeto a las normas.
‘THOMAS RESTOBAR’
¿Qué impresión tiene de lo sucedido en la discoteca ‘Thomas Restobar’ de Los Olivos donde murieron 13 personas?
Hay una irresponsabilidad de la gente que concurrió allí, que son 120 personas de las cuales un buen número eran requisitoriados. De las 13 personas que murieron 12 eran mujeres y la mayoría o casi todas eran madres solteras, lo cual denota irresponsabilidad. La conclusión es que la gente joven está sin horizonte y priorizando el placer a costa de la vida.
¿Funciona que el gobierno militarice y se ponga mano dura o es necesario otra estrategia para comunicar?
En una sociedad anómica (personas que presentan una conducta que no se ajusta a las normas sociales establecidas) como el Perú, lo único que funciona es la mano dura.
¿Por qué?
Hay un axioma popular que dice: ’La mano de hierro, el corazón de roca y la mente de hielo son los que ponen orden en una sociedad anómica como la nuestra”, que también tiene inmadurez, incultura, indisciplina. Acá no hay obediencia, no hay respeto, no hay civismo, por lo tanto, lamentablemente, se impone la mano dura.
¿Es entendible que ante tanta crisis y malas noticias la gente busque desfogar bailando y tomando licor?
No, porque hay otras formas de relajarse, por ejemplo: juegos familiares, conversaciones, entretenimiento con la familia, lectura, música clásica. Y otros elementos con que uno se puede divertir: el contacto telefónico, a través de la computadora. Hay múltiples formas de relajarse, pero eso de buscar las ‘Fiestas Covid’ es un suicidio colectivo.
A su criterio, ¿qué pasa por la cabeza de los peruanos ante el aumento de las cifras de contagios?
Genera en algunos desesperanza, en otros indiferencia, en otros angustia y en la mayoría estrés. No es una sola respuesta, sino hay mútiples escenarios.
¿Es posible ser optimista en estos tiempos?
Claro. La salud es mental, espiritual, emocional. La persona que la preserva puede ser: feliz, optimista, proactiva. Depende de cada uno, pero en general la gente tiende a ser pesimista, conformista y, sobre todo, contagiarse de la desesperanza.
HABLAR CON LOS NIÑOS
¿De qué manera los padres podemos hablar con los niños sobre este tema?
Con la mayor naturalidad, espontaneidad y sin misterios, sin escenas macabras. Simplemente decirles: ‘Bueno, estamos atravesando una guerra -porque esto es una guerra- en la que hay un enemigo invisible que es el virus, estamos expuestos y lo único que nos queda es cuidarnos. Van a sobrevivir los que se saben cuidar’. Entonces que cumplan las normas.
Luego de más de 100 días de cuarentena y crisis, ¿de qué manera una persona puede alterar su comportamiento?
El estrés es el factor principal de descomposición del comportamiento social. La angustia, la tensión afectan la concentración. La persona se vuelve irritable, intolerante, se incrementan los conflictos intrafamiliares, entonces ese estrés es el factor principal del desequilibrio de la salud mental. Por lo tanto, el Estado debe priorizar con urgencia la política de salud mental, emocional y espiritual.
¿Nos podemos volver más irritables, más violentos?
Por supuesto, porque la tolerancia tiene un límite y después viene la frustración, la incapacidad para soportar el estrés, y este nos lleva a la impulsividad, a la irritabilidad, a la impaciencia, sobre todo a buscar conflictos donde no hay.
¿Cómo detectar que una persona de nuestro entorno puede ser proclive al suicidio?
Cuando la persona se aisla, es pesimista, empieza a hablar de la muerte y cree que no hay esperanza. Cuando no tiene horizonte, entonces esa persona está expuesta al suicidio.
¿De qué manera los familiares pueden ayudar en casa psicológicamente a uno de sus miembros que tiene coronovirus?
No espantarse, no estigmatizarlo. Hacerle ver y sentir la solidaridad, ya sea en forma verbal, presencial, manteniendo el distanciamiento social y dándole todo el apoyo que se puede en el campo médico… Que no se sienta abandonado, cuando está acompañado por la familia, eso alienta.
Gracias doctor Nizama, fue un placer conversar con usted y tomemos conciencia…
Felicidades y muchas gracias a usted.
TIPS DE AYUDA MENTAL
Doctor, ¿qué hago si sufro de ansiedad y depresión a causa de esta pandemia?
Enamorarse. Enamorarse de la vida, de los libros. Enamorarse de algo.
Otro caso. Siento angustia y pienso incluso en la muerte. ¿Cómo logro superar eso?
Relajación, sobre todo relajación muscular, paz interior y pensar que la felicidad nace del mundo interior, y por lo tanto tenemos derecho a ser felices y no dejarnos atormentar por la depresión o el estrés.
Hay gente, incluso, que tiene miedo de salir a la calle. ¿Qué le recomendaría?
Que la calle no es el enemigo, sino es el distanciamiento social que uno debe mantener, tener respeto al prójimo para evitar el contagio. Además, uno puede salir a la calle y no tener miedo, sino más bien responsabilidad.
De manera concreta, ¿qué consejo le daría a las personas en general para levantar el ánimo y no ser pesimistas?
Lo primero que hay que tener es autoestima, luego hay que creer que hay un futuro, un horizonte, y apegarse a la familia porque la familia es el mejor tesoro del ser humano. Eso es todo.
¿Refugiarse en Dios ayuda?
Hay gente que cree, hay agnósticos y hay ateos, entonces el mejor refugio es el universo interior en busca de la felicidad, porque la felicidad es la plenitud interior y eso nace de adentro.