A NO BAJAR LA GUARDIA. Los principales indicadores que miden el avance del coronavirus (COVID-19) siguen descendiendo en el Perú. En el mes de setiembre el número de fallecidos por esta enfermedad registró fue el más bajo desde el inicio de la pandemia.
Según información oficial del Ministerio de Salud (Minsa), los decesos por COVID-19 en setiembre estuvieron muy por debajo de los registrados en los tres meses anteriores. Entre agosto y setiembre se registró una reducción de fallecimientos superior al 63,79%, pues pasó de 9.733 a 3.524, una cifra cercana a los 3.391 de mayo.
De igual manera, la cantidad de camas de hospitalización que se utilizan en promedio se ha reducido en un 22% con relación al mes de agosto; y las camas para cuidados intensivos (UCI) también presentan un descenso. Sin embargo, actualmente, solo están disponibles 334 a nivel nacional, lo cual representa menos de un 20% de toda la capacidad instalada.
¿Es el momento de iniciar la fase 4?
El presidente Martín Vizcarra anunció que en el mes de octubre iniciarían algunas de las actividades contempladas en la fase 4. Sin embargo, refirió que actividades que concentren un gran cantidad de personas, como discotecas, bares y cines, seguirían cerradas.
“Ahora desde el mes de octubre vamos empezar parcialmente la fase 4 porque estas actividades hay que ser cuidadoso, porque queremos continuar con los resultados que venimos alcanzando en la reducción de personas hospitalizadas y que fallecen debido al COVID-19”, aseveró.
Para el vicedecano del Colegio Médico del Perú, Ciro Maguiña, el inicio de la fase 4 de actividades económicas debe darse con prudencia respetando los protocolos. Explicó que la mayoría de contagios no se producen en las actividades que se reactivarán sino en espacios de alta concentración como mercados y transporte público.
“El tema de los vuelos internacionales tiene que manejarse con mucha cautela, hay países a los que no aconsejaría que se reinicien los vuelos. Países como Brasil, Estados Unidos, México o España, a esos países no aconsejaría que haya vuelos, pero hay otros que están en descensos como Chile y Ecuador con los que sí se puede reiniciar vuelos siguiendo protocolos”, refirió a este diario.
Maguiña señaló que si se produce una nuevo aumento de casos positivos no habrá capacidad de respuesta sanitaria suficiente y el sistema volverá a colapsar.
“Las camas de cuidados intensivos (UCI) siguen siendo insuficientes. En Lima recibimos a pacientes de todas las regiones del Perú, eso genera una saturación. En caso de que venga una segunda ola no vamos a tener la respuesta sanitaria suficiente. Lo que puede pasar es que vuelva a colapsar como hace dos meses: la gente estaba hacinada en los hospitales”, refirió.
En esa línea, el infectólogo de Essalud, Juan Villena, precisó cualquier actividad comercial puede reiniciarse siempre que se diseñen protocolos adecuados y estos se cumplan. Advirtió que toda reapertura trae nuevos contagios, pero que si se producen progresivamente el sistema puede atenderlos oportunamente.
“Vemos que los casos positivos bajan y que el estado de las personas que llegan a los hospitales es menos grave. También es verdad que los médicos contamos con más información para el tratamiento, pero en la medida en la que se reinicien más actividades habrá nuevos contagios porque más gente que no se ha expuesto volverá a salir. Si se siguen las medidas, los contagios serán progresivas y se podrá atender, de lo contrario tendremos a centenas de personas llegando a hospitales. No hay sistema de salud que pueda atender a 500 personas en un solo hospital al mismo tiempo”, aseveró.
Por su parte el profesor principal de la Universidad Peruano Cayetano Heredia, Ernesto Gozzer, consideró que no deberían ponerse en marcha nuevas actividades hasta se garantice una cantidad suficiente de camas de hospitalización y de cuidados intensivos. Además pidió que se rechace prácticas como la automedicación y la polifarmacia, pues son contraproducentes en pacientes de COVID-19.
“En general yo pienso que hay actividades que pueden retomarse pero primero se tienen que asegurar que haya disponibilidad de camas en los centros de salud, sobre todo de camas UCI. Antes de empezar a abrir más la economía debería esperar a tener al menos un 30% de camas UCI disponibles, idealmente el 50% libre. También creo que deberíamos esperar que el descenso sea más sostenido”, refirió.