DE TERROR. Agentes de la PNP, de la Municipalidad de Comas y de la Superintendencia Nacional de Salud llegaron hasta la primera etapa de la urbanización San Agustín del distrito, donde aparentemente funcionaba una clínica informal que atendía a pacientes de coronavirus sin contar con autorización.
Todo empezó con una denuncia de los vecinos, que alegaron que la Clínica Versalles, que permanecía cerrada desde hace seis años, reabrió sus puertas de manera clandestina para atender a personas con complicaciones que dieron positivo a Covid-19.
Los testigos indicaron que desde hace un mes ven circular gran cantidad de ambulancias a todas horas del día, pero especialmente durante la madrugada. También indicaron que personal entra y sale del establecimiento con balones de oxígeno, presuntamente para tratar a los pacientes.
Un vecino de la zona contó que hace una semana pudieron constatar que al interior del lugar habían enfermos con coronavirus. “El dueño decía que eran familiares suyos de 80, 85 años, pero en las imágenes veíamos que eran personas que no pasaban de los 60 años”, indicó. Asimismo calculó que dentro habrían como unos cinco o seis pacientes Covid-19.
Finalmente, los vecinos se mostraron preocupados ya que indican que en el local viven varios ciudadanos venezolanos que trabajan como vigilantes. Según sus testimonios, salen diariamente a hacer sus compras sin mascarillas, poniendo en riesgo al barrio.