El cadáver de un sacerdote permanece en su iglesia, luego de cuatro días, y no puede ser retirado por miedo al contagio del virus COVID-19.

Personas allegadas a la iglesia San Antonio de Padua de Guayaquil, dieron cuenta el pasado sábado 28 de marzo, a las autoridades del fallecimiendo del párroco Carlos Quinde, pero no obtuvieron respuesta.

Según el diario Expreso de Ecuador, los vecinos han pedido el retiro del cuerpo, en medio del pánico que se vive en dicho país debido al brote de la pandemia a escalas incontrolables.

Ante la situación, apareció el hijo del sacerdote fallecido, para aclarar que su padre no murió infectado por el Coronavirus. Por el contrario, aseguró que se trató de un infarto. Sin embargo, otro familiar del sacerdote reveló que el fallecido sí presentaba síntomas de la enfermedad del coronavirus los día previos a su muerte.

Luego de la sorpresiva aparición pública del hijo del cura, se conoció que el sacerdote lo tuvo antes de iniciar su vida consagrada y clerical.

El hijo del sacerdote lamentó la demora para el levantamiento del cuerpo de su padre y aseguró con pesar que hubiesen querido despedirlo de otra manera, en compañía de sus familiares y seres queridos.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.

tags relacionadas

Contenido sugerido

Contenido GEC