Tienen más de 100 años en el mercado y pese al tiempo, reconocidas marcas peruanas se mantienen en el recuerdo y el corazón de todos. Para permanecer vigentes, han tenido que renovarse y modernizar su imagen.
“La marca es un signo de cultura. La asociamos a algo que genera satisfacción, entiende y convence. Para perdurar, debe distinguirse por su calidad y que satisfaga al máximo a su cliente”, explicó la docente Julia Giraldo, especialista en Administración de Empresas. Añadió en muchos casos asociamos un producto a nuestra niñez, un momento placentero, de felicidad y de grata recordación. “Si hablamos de La Ibérica es hablar, por ejemplo, de dulces y chocolates”, indicó Giraldo.
Una de las marcas que sigue en plaza es Cemento Sol, fundada en 1916. Su primera planta se ubicó en los alrededores del Cementerio Presbítero Maestro de Lima. Cuenta con una alta penetración en el mercado y es preferida por su cemento fresco y resistente.
Laive, con 111 años, nació en las alturas de Junín y Huancavelica, de la unión de tres haciendas. Empezaron produciendo mantequilla y se convirtieron en los pioneros en la producción de quesos de maduración en el Perú.
CERVEZA CUSQUEÑA
Desde 1908, también se mantiene vigente la cerveza Cusqueña, de Ernesto Günther y un grupo de emprendedores. Su nombre es honor a su ciudad de origen: Cusco.
La Ibérica, con 112 años y creada por un empresario español en Arequipa, es otra marca que deleita al público. Su chocolate para taza fue el primer producto desarrollado.
En lista de los que aún perduran en el tiempo, además, están los helados D’Onofrio, con 124 años, Rímac Seguros, Banco de Crédito del Perú (BCP), la fábrica de fideos Nicolini, las galletas Field y el diario El Comercio.
SEPA QUE…
- Para mantenerse, las empresas deben comprender las necesidades del consumidor y hacer ver que es algo bueno para él o ella.
- Además, tienen que promover la lealtad en su público y rememorar momentos de unión.
- Sus nombres deben ser cortos y fáciles de recordar.